Vladimir Guerrero, quien arribó ayer a la República Dominicana, cuatro días después de haber sido electo de manera formal como miembro del Salón de la Fama de Cooperstown del béisbol de Estados Unidos, proclamó a su llegada que éste triunfo, no es de él, sino de todo el país.
“Esto que ha sucedido con mi persona en el béisbol, tras mi retiro, no es un logro de Don Gregorio, donde nací, no es de Nizao, sino todo mi país, al cual adoro con locura”, enfatizó el recibo bateador que despachó más de 449 jonrones en 16 años.
En su forma llana de hablar, Vladimir Guerrero, afirmó que nunca pensó que llegaría al Salón de la Fama de Cooperstown, pero según fueron pasando los años pudo acumular buenos números ofensivos.
No todo fue color de rosa. Acotó que no todo fue color de rosa en su carrera, ya que tuvo que sortear momentos muy duros.
“Tuve nueve meses entrenando con los Dodgers de los Angeles en el 1992 y no fui firmado, sin embargo, luego en el 1993 lo hicieron los Expos de Montreal, quienes me dieron el chance de debutar en las mayores”, subrayó.
Guerrero dijo que se enfocó en trabajar duro sin descanso y cuando un Norteamericano le dedicaba dos horas de trabajo en el terreno de juego, él, como latino, le dedicaba seis horas para no quedarse atrás.
Otros de RD que llegarán a Cooperstown. Sin tapujos, Vladimir vaticinó que según su percepción, David Ortíz, que ya se retiró y Adrian Beltré y Albert Pujols, tendrán el carril de adentro para llegar a Cooperstown.
“Ellos han puesto grandes números, los cuales lo colocan en una posición priviligiada como es dar 500 jonrones o pegar 3,000 mil hits”, dijo con honestidad el hijo de Don Gregorio.
Dijo que está feliz con acompañar a Don Juan Marichal y sus compadre, Pedro Martínez, como dominicanos en Coopersown.
Todo es felicidad.