Encendido con un promedio de .344, tres jonrones y ocho empujadas después de ocho encuentros, los lanzadores contrarios encontraron la forma de descifrar al jardinero derecho de los Angelinos de Anaheim, Vladimir Guerrero.

En tres partidos contra Seattle y Oakland el miércoles, jueves y viernes, Guerrero recibió una alta dosis de rectas adentro, lo que impidió que extendiera sus brazos y halara la bola como lo hizo la primera semana de la temporada.

El resultado: un sencillo y un doble en 12 turnos al bate y muchas bolas conectadas en el mango que se fueron de rodado o de foul.

“Siempre me han lanzado así, a eso estoy acostumbrado”, dijo Guerrero a través de un intérprete. “No me molesta ni un poco. Es la naturaleza. Tengo brazos largos… Tengo que sacar el bate un poco más rápido, solo eso”.

Mientras los lanzadores hacen ajustes para manejar a Guerrero, que pasó sus primeras siete temporadas con los Expos de Montreal, Guerrero debe compensar, ya sea alejándose del plato o usando swing diferente y empujar la bola al jardín derecho.

Pero si Guerrero dice deja pasar el lanzamiento adentro que está fuera del plato, obligará a los lanzadores a ser más preciosos en la parte de adentro del plato, y eso, dijo el dirigente Mike Scioscia, provocará errores de los lanzadores, como sucedió con Mark Mulder el pasado sábado en la noche.

Mulder le fue adentro con cuatro lanzamientos a Guerrero en su primer turno al bate, quien falló con elevado al central, y sacó al dominicano del plato varias veces en la tercera antes de tolerar su cuarto jonrón de la temporada.

“Hay una línea fina entre colocar la bola en la parte de adentro del plato y dejarla en el mismo medio y que te la saquen del parque”, dijo Scioscia. “Uno trata de neutralizar a los contrarios impidiendo que extiendan los brazos, y particularmente cuando se cambia de liga, los equipos quieren ver como manejas la bola adentro”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea).