Voces cordiales y alentadoras

Voces cordiales y alentadoras

Delta Gutiérrez escribió en Fémina sobre las causas científicas del aborto

La escritura considerada íntima no solo nos ha revelado la amplia producción de epístolas realizadas por «mulieris litterarum», principalmente por autoras decimonónicas que ocultaban sus identidades con seudónimos evocativos de la naturaleza, también demuestra la existencia de mujeres lectoras que remitían sus «voces cordiales y alentadoras» a las revistas que bajo la clave de «femeniles, galantes, ilustradas y literarias» se constituían en agencias emancipadoras.

Así, al reconstruir los archivos dispersos de la revista Fémina (1922-1939), los intercambios epistolares evidencian auténticas amistades, elocuentes confidencialidades sobre el estatus de las mujeres, complicidades narrativas y demostraciones de apoyo a las causas feministas, entre las lectoras y las integrantes de la Mesa Editorial, que encabezaba la maestra normal y periodista Petronila Angélica Gómez Brea.

Además, es a través de las cartas publicadas que se da el primer paso de la escritura íntima a la pública; por lo tanto, la puerta de entrada para convertirse en periodistas feministas, como se registra que sucede con las educadoras y poetas Enriqueta Maggiolo de Cruzado –en 1923-, y Dolorita Bobadilla –en 1928-, ambas posteriormente fervientes «sufragistas».

A sabiendas que los 17 años de vindicaciones editoriales se constituirían -tarde o temprano- en un documento para historia de ellas, la directora publicaba de manera constante las cartas de sus lectoras y lectores; en especial, aquellas que celebraban cada 15 de julio por representar la fecha aniversaria de la génesis del periodismo feminista. Era de júbilo remitirle una carta a las editoras para recordar, aplaudir y valorar la ardua tarea de crear un lenguaje propio o tejer sobre el incomprendido telar feminista.

Una de las cartas más significativas publicada con motivo del 13 aniversario, en la sección «voces cordiales y alentadoras», está firmada por la ginecóloga Delta Gutiérrez, considerada una «primerísima mujer» no solo por lograr profesionalizarse en esta disciplina médica, también fue la única colaboradora de Fémina que escribió sobre las causas científicas del aborto.

La doctora primero valoró la publicación: «Hija del propio esfuerzo de la mujer dominicana, sin la envidia que atormenta y la ambición que envilece, sin pensamientos que enervan y pasiones bastardas que aniquilan; pero sí con inteligencia y nobleza del alma, se ha hecho «Fémina» heroína en el limitado campo de las virtudes».

Termina la breve misiva con palabras para Petronila: «Te felicito en el día del aniversario de tu revista, por el valor que has tenido al lanzarte en este valle de penalidades para recoger rosas y espinas; adoptas por sublime divisa la prudencia y la modestia; motivo este para no haber sido estrella en el nebuloso cielo de la vanidad, aunque si ser un sol en el mundo infinito del sentimiento».

Sirva aquella voz preclara de la ginecóloga Delta Gutiérrez para encaminarnos hacia el próximo 2022, fecha en la cual se conmemorará 100 años del periodismo feminista dominicano: ¡Un siglo de Fémina!

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