Voces  Plurales de la  Francofonía

Voces  Plurales de la  Francofonía

Francia, cuna de la democracia y de la cultura, ha penetrado su cultura en todo el mundo a través del espacio geográfico francófono. En Santo Domingo, desde hace unos años se celebra la “Fiesta de la Francofonía”, con interesantes actividades que van desde conferencias, talleres, exhibiciones de arte y artesanía, hasta conciertos musicales.

Desde el año 1880, cuando aparece por primera vez la palabra “francofonía”, la diversidad cultural  al servicio de la paz y la solidaridad con los pueblos, viene conformando los lemas convocatorios de las celebraciones de este importante movimiento. El año 2010, se dedica a Haití.

Para conceptualizar sobre la francofonía,  debemos partir de que la misma ha podido resistir al tiempo, y  ha podido regenerarse y reestructurarse manteniéndose ella misma, gracias al compromiso militante de las mujeres y hombres que han servido con fidelidad a dicho movimiento defendiendo durante más de 40 años conceptos, ideas, y valores democráticos e integradores, que, sin hacer de la lengua francesa excluyente, utiliza esta para vehicular esos valores que unen y enlazan otros continentes y países,  desde África, Oceanía, Asia y Europa; porque no podemos subestimar que es la lengua francesa la que le confiere a la familia francófona una dinámica de inter-comprensión a través del diálogo y con una conciencia muy aguda de convergencias y divergencias cómplices del destino de una comunidad que une a 70 Estados en la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), siendo ésta una de las mayores comunidades lingüísticas del mundo.

Este espacio de 870 millones de seres humanos: 220,000 hablan francés, lo que representa un 13% de la población mundial.

Esta extraordinaria aventura tuvo momentos inminentes como fueron entre otros, la reunión que se realizara en 1970, bajo la iniciativa de tres jefes de estados africanos: Léopold Sédar Seghor de Senegal, Habib Bourguiba, de Tunés, Hamani Diori de Nigel y Norodom Sihanouk de Cambodia, quienes después de crear en dicho año, la Cooperación Cultura y Técnica (ACCT), permitieron además que en el 1997, esta Agencia se convirtiera en la Agencia Inter-gubernamental de la Francofonía; y en 1998, en la Agencia Internacional de la Francofonía.

Destacamos que todos los jefes de estados franceses cuales fueran sus programas o pertenencias políticas de gobierno, fortalecieron, completaron y ampliaron con sus aportes un concepto y una idea en marcha, en proceso, y observamos que la primera celebración de la Cumbre de la Francofonía en Versalles, bajo el mandato del presidente francés Francois Mitterand, se convirtió en un evento que desde entonces se reúne cada dos años, aportando importantes resultados del que venimos disfrutando.

 Veinte años después, en Líbano, Beirut, el presidente francés Jacques Chirac, hizo que esta novena cumbre fuese la primera en celebrarse en un país árabe, y que en ella, este presidente galo se comprometiera para celebrar “la importancia de la diversidad cultural como la respuesta al riesgo de uniformización, y hacer de la francofonía un espacio de convivencia garante de la diversidad y del progreso”.

Hoy día, las artes y la literatura son los puentes del gran dialogo universal que confirma cada vez más que esta es una gran articulación en los espacios que constituyen la diversidad. En este sentido, la francofonía es una oportunidad para los movimientos globalizantes, ya que ha sido el modelo de “lo global” o de la globalización cultural.

 Pues, es incuestionable, que la lengua francesa por sus características como portadora de una tradición cultural y de grandes valores espirituales y estéticos cuyas luces marcó profundamente a otros pueblos, logró  que esta lengua sea de las bases posibles para la difusión del conocimiento y de los principios elementales de los derechos humanos, re-cuestionados y posicionados en los  nuevos retos como son los desafíos del Siglo XXI.

Si tomamos ejemplos como los del patrimonio literario: bajo la premisa de que toda la literatura escritura en lengua francesa es francófona, nosotros consideramos que la literatura francesa metropolitana pertenece al gran concierto de la francofonía, sin exclusividad local o nacionalista.

Con esto queremos expresar, que Samuel Becket, dramaturgo irlandés, escogió la lengua francesa para escribir sus obras, convirtiéndose en francófono,  a la par que el intelectual martiniqueño Aimé Césaire o del poeta de Madagascar, Jean-Joseph Reabearivelo; al igual que, el premio Nóbel de literatura 2008, Le Clézio, que hace un cemento de todos estos matices, declarando: “Soy un escritor francés, por consiguiente francófono”.

Queda demostrado que la literatura francófona desde África del Norte, a la cabeza con el autor Tahan Ben Jellown, de Marruecos, hacía llevar de Argelia, al intelectual Samlong, de la isla Reunión, teniendo que añadir a esta relación, los escritores de Cambodia, de Viet Nam, también, de Suiza, de Bélgica y de Canadá, quienes a través de sus obras nos aportan una visión del mundo que nos permite profundizar y compenetrarnos en la condición humana, gracias al concierto de estos autores que a través de sus obras nos acercan y sumergen en la aventura cultural humana.

Los escritores nos permiten dialogar con diferentes culturas, situaciones, etc., y percibir llevados por sus obras la visión de su sociedad y de sus problemáticas. Por ejemplo: Asia Djebbar, escritora argelina, en su obra “Mujeres de Argelia”, nos presenta la problemática de las mujeres del Magreh; Tahar Ben Jellown, nos acerca en su novela “Una ciega ausencia de luz” a los dolores de un detenido en la cárcel de Tazmamar en Marruecos; otro autor, Albert Memi, también de Marruecos, nos hace sentir toda la alienación del hombre colonizado.

El conjunto de la literatura del Océano Índico, nos permite acercarnos a una literatura cuyo lenguaje se empapa del gran cruce de las lenguas hindi, mandarín, inglés, francés, que esculpidas por la lengua francesa, concluyen en obras entremezcladas de una visión del mundo plural y mestizo, como lo evoca la escritora mauriciana, Ananda Devi.  No queremos caer en una referencia monográfica ni cronología de la literatura francófona, no obstante, debemos señalar que su inmensidad de producción obliga a estudios específicos para la literatura africana francófona, como también, para la literatura de Quebec, Canadá; sin embargo, países como Haití, deben ser incluidos por la prolífera producción narrativa en el movimiento de la creación literaria universal de lengua francesa, muy activa gracias a su diáspora establecida en Canadá, Francia y Estados Unidos.

La francofonía literaria es una dinámica abierta, en proceso plural y diversa, que generación tras generación se renueva a través de la estética y de la ética.

En este sentido, la francofonía la entendemos  como un dinámico y vivo proceso de creación inacabada, que cada vez más responde a los retos y a los desafíos mundiales que reclaman la paz y la convivencia.

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