Volatilidad en los ingresos fiscales en RD es la mayor en la región, dice el BID

Volatilidad en los ingresos fiscales en RD es la mayor en la región, dice el BID

República Dominicana tiene la  más alta  volatilidad de los ingresos fiscales en América Latina y el Caribe, según reveló un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta volatilidad representa el 13.4 por ciento en el país. El promedio regional fue de  7.5% desde el 1990 al 2010.

El informe dice que aunque el país y la región han logrado avances significativos en materia tributaria, la volatibilidad es uno de los principales problemas de los sistemas  a los que no se presta actualmente la atención que merecen.

 Venezuela tiene una volatilidad de 13.2%, Nicaragua con 10.2 y Guatemala con 9.4, que junto a República Dominicana  muestran mayor volatilidad porque las fuentes de recursos fiscales están muy concentradas en pocos sectores. Esta volatilidad tiende a ser menor en economías más diversificadas y con sistemas tributarios más efectivos, como es el caso de  Uruguay  que tiene 3.4%; Brasil un 4.0 por ciento y  el Salvador 4.4% y ubican los lugares más bajos.

Según el estudio “Recaudar no basta: Los impuestos como instrumento de desarrollo”, del BID, de un año a otro, la carga tributaria de un país latinoamericano o caribeño puede aumentar o disminuir cerca de un 8%. Con una carga tributaria promedio de un 22% del PIB, esto implica aumentos o disminuciones de casi dos puntos del PIB en los ingresos fiscales cada año.

Expresa que la volatilidad de los ingresos fiscales es un canal de inestabilidad fiscal muy poderoso, que a menudo obliga a hacer ajustes de magnitud semejante en el gasto público, generando como resultado una fuerte inestabilidad en los ingresos y el producto.

Los retos.  El estudio resalta que la alta volatilidad de los ingresos fiscales, el reducido esfuerzo tributario de los gobiernos subnacionales y el incipiente desarrollo de impuestos para corregir externalidades son tres grandes retos  de los sistemas tributarios de la región.

La conclusión principal del mismo es que las autoridades de la región todavía ignoran  el potencial de la tributación para contribuir a otros objetivos fundamentales de desarrollo.

“A raíz de la debilidad en el diseño del impuesto sobre la renta se ha desaprovechado la oportunidad de contrarrestar la desigualdad de ingreso en la región. Además, los gobiernos han perdido la oportunidad de influir en los patrones de consumo y producción mediante el uso de impuestos para afectar los precios relativos”, destaca el BID en sus hallazgos. 

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