Volcán afecta a Chile y Argentina

Volcán afecta a Chile y Argentina

SANTIAGO DE CHILE.  AP. El volcán sureño Cordón Caulle arrojaba ayer gases, magma y piedras pómez desde una gigantesca fumarola que dejó caer cenizas en el sur argentino y luego en territorio chileno.

 La erupción del Cordón Caulle, a unos 1,000 kilómetros al sur de Santiago, “probablemente haya bajado la intensidad, pero eso no significa que haya bajado”, dijo a la AP el vulcanólogo Juan Cayupi, hablando telefónicamente desde el área afectada.

Del lado chileno se evacuaron 22 localidades de las regiones de Los Ríos y Los Lagos y unas 3,500 están en refugios o en casas de familiares, asustadas por los retumbos y tormentas eléctricas que ayer en la noche iluminaban las nubes de cenizas arrojadas por el macizo andino.  La fumarola proveniente del volcán superó los 10 kilómetros de altura y los cinco kilómetros de diámetro.  Por la tarde se registró un cambio en la dirección del viento y la pluma volcánica, que desde la víspera caía en suelo argentino, se trasladó a territorio chileno. Un fuerte olor a azufre anticipó la llegada del fenómeno.  Santiago Rozas, alcalde de Lago Ranco, 930 kilómetros al sur, informó que “la situación es muy complicada. Las condiciones climáticas cambiaron y varió la dirección de la pluma”.  “El cambio anticipa que vamos a tener una lluvia de cenizas, con el daño que eso significa para la población y la amenaza para la pequeña agricultura”, agregó.

En las Termas de Puyehue y Entre Lagos, a 30 kilómetros de Lago Ranco, oscureció mucho más temprano que de costumbre por causa de las cenizas, informaron enviados de la televisión estatal.

Simultáneamente, disminuyó la actividad sísmica, porque “hace 12 horas se registraban 240 sismos por minuto y a esta hora, estamos consignando sólo 17”, indicó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien también confirmó que por la noche hubo escurrimiento de lava y desprendimiento de roca volcánica.  La autoridad desalojó un refugio en Riñinahue y trasladó a 122 personas hacia otra zona de resguardo por temor a que la lava descienda por el río Nilahue.

El comandante del ejército Alejandro Rubilar, al mando de unos 60 militares que con 16 camiones ayudan en la evacuación, explicó que muchas personas rechazan irse a albergues por temor “a dejar sus casas y sus animales”.

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