Volcanes extinguidos en la isla

Volcanes extinguidos en la isla

La isla puede decirse que es un fenómeno geológico interesante y ha sido meta de curiosidad de muchos científicos que, a través de los años, han visitado la isla, la han estudiado y han podido determinar el origen de sus formaciones geológicas, entre las cuales se encuentra la volcánica.

Por diversos períodos de la formación de la Tierra y de la isla, con tantos choques entre las placas que conforman la corteza terrestre, dándole forma a las montañas y en donde se concentra el eje de mayor interés geológico y volcánico, que va desde Las Yayas de Viajama, en la carretera a Padre de las Casas, hasta el valle de Constanza.

Hace varios años, esa zona de unos tres mil kilómetros cuadrados, fue objeto de estudios, determinándose, por parte de los geólogos, que existían unos 130 conos de volcanes extinguidos así como domos, revelando que una vez hubo una actividad volcánica en esa zona de la Cordillera General. Hace más de 20 años que fueron detectados y ubicados los conos volcánicos en torno a Valle Nuevo y El Convento en las cercanías de Constanza, destacándose por su forma circular ahuecada e incluso están los domos que presentan una cúspide redondeada y cónica, sin mostrar el cráter típico de los volcanes.

Es probable que los volcanes quisqueyanos estuvieron en actividad en un período de más de cinco millones de años hasta lo más reciente de tan sólo 300 mil años, que para la vida de la Tierra es poca cosa y por ende no hay que preocuparse de alguna revolución volcánica, difícil de producirse o hasta de predecir, pero ahora sería factible por la forma de cómo se estudian los volcanes en todo el mundo que pueden determinarse con suficiente antelación sus erupciones.

La existencia del eje volcánico Las Yayas-Constanza determina que en la parte más baja, o sea en Las Yayas, existan fuentes termales o manantiales de aguas sulfurosas y con temperaturas por encima de lo normal. En la zona de Valle Nuevo, tal como se determinó hace ya unos 20 años, las fuentes de agua no tienen esas características de temperatura elevada.

La actividad volcánica de hace tantos millones de años, dejó huellas y herencias en lo que es hoy la isla de Quisqueya, y por tanto podría existir la posibilidad de que en nuestro subsuelo exista un potencial geotérmino de apreciable valor, y quizás de no tan difícil explotación por el avance logrado con los métodos de exploración y explotación.

En la parte dominicana de la isla existen otros puntos de interés volcánico los cuales están ubicados en Canoa, cerca de Vicente Noble y en Bánica y Las Matas de Farfán se encuentra la famosa loma de Catanamatias que la leyenda dice que existe un conducto subterráneo que conecta con la bahía de Gonaives en Haití.

Una vez, hace 20 años, se invirtieron algunos recursos para estudiar el potencial geotérmino, los trabajos los realizó una firma italiana por lo que ahora, con la incesante búsqueda de alternativas energéticas, para no depender tanto del petróleo que rehúsa bajar por debajo de los $30 dólares el barril, podría ser interesante desempolvar esas investigaciones y más con los métodos modernos de perforación y de exploración que con equipo de sonar especiales se realizarían los estudios en el terreno, que determinarían si realmente el país posee un potencial geotérmico de magnitud comercial, y dependiendo de los costos de aprovechamiento, lo haría atractivo frente al elevado precio del petróleo, que obliga al país ser dependiente casi por completo en la producción eléctrica mitigándose en parte con la que se obtiene de la producción hidroeléctrica de los ríos represados en imponentes estructuras de la ingeniería hidráulica que son las presas que rinden sus beneficios al país.

La investigación geotérmica podría concentrarse en los puntos que hace 20 años se consideraron como de buen potencial en el área de Valle Nuevo. Con un asesoramiento externo de las Naciones Unidas, o de la Unión Europea o del gobierno de Taiwán que tan solidarios han sido con el país, se podrían llevar a cabo estudios más profundos y determinantes para evaluar ese probable potencial geotérmico. Queda la esperanza de que en las entrañas del subsuelo dominicano se encuentre un recurso de incalculable valor y beneficios para ser un alivio a las futuras generaciones dominicanas para que no sean dependientes de un petróleo caro.

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