Voluntad contra el cáncer y la diabetes infantil

Voluntad contra el cáncer y la diabetes infantil

Cuando un adulto padece de alguna enfermedad, las personas saben manejarla con mayor facilidad que cuando se trata de un niño. El sentimiento es distinto porque al ser indefensos, las personas se sienten más comprometidas a ayudar en lo posible a mejorar su situación.

Por eso no es raro ver que cada vez más instituciones se dediquen a colaborar y a aportar lo que puedan para que estas pequeñas personitas puedan tener por lo menos lo básico para mejorar o tratar su enfermedad.

Dos entidades que trabajan ayudando a niños con condiciones especiales son la Fundación Aprendiendo a Vivir y la Fundación Amigos contra el Cáncer Infantil (FACCI), que también tienen en común el hecho de que colaboran con los pacientes del Hospital Infantil Robert Reid Cabral.

La primera lucha contra la diabetes, y la segunda, contra el cáncer.

FACCI. Alexandra Matos de Purcell, presidenta de esta organización, explica que esta inició esta labor en el 2004 en el hospital.

“Nosotros donamos equipos médicos, remodelamos, mantenemos las áreas del servicio de oncología y ayudamos con la capacitación de médicos y enfermeras”, señala.

Además, según indicó, ofrecen todos los tratamientos de quimio y radioterapias que los niños necesitan.

“Para nosotros es muy importante el tema de que el cáncer no puede esperar. Todo el personal médico sabe que si un niño necesita cualquier medicina puede ir a la fundación a buscarla. Nosotros no dejamos que nadie pierda su momento de tratamiento. Tenemos un programa de apoyo integral para el tratamiento del cáncer”, asegura Matos de Purcell.

Hace unos meses, la Fundación terminó la construcción de Casa Facci, un centro de acogida para niños que residen en el interior y vienen a recibir su tratamiento a la capital. En este lugar, los niños pueden hospedarse gratuitamente, junto a sus madres, y además, recibir alimentación.

“Desde que un niño es diagnosticado con cáncer en el hospital, inmediatamente es referido a la Fundación, donde se le registra, se le hace un carnet y luego se identifican cuáles son las necesidades que tiene”, dijo la presidenta de FACCI, una organización que se sustenta haciendo actividades de recaudación de fondos y con el apoyo mensual de donantes.

Aprendiendo a Vivir. “Nosotros trabajamos con educación y concienciación. No había ninguna institución que trabajara este tema con las personas que tienen diabetes”, aseguró José López, quien dirige Aprendiendo a Vivir.

Esta fundación comenzó a trabajar con los niños del Robert Reid en el 2005, junto al Departamento de Endocrinología y “hoy en día trabajamos con más de 350 niños que viven con diabetes”.

López dijo que estos niños pertenecen a un programa de educación que no solamente les provee educación continua en diabetes, sino que también garantiza el acceso a sus medicamentos, sus aparatos de control, y a todas las actividades que la organización realiza durante el año, que fortalecen esa educación.

“Este es un tema muy importante para las personas con diabetes, ya que es una condición con la que vives el resto de tu vida. Solo hay que hacer algunos ajustes dentro de tu estilo de vida. Si logras equilibrarte, puedes llevar una vida totalmente normal. No tienes que preocuparte de que puede haber alguna complicación”, aseguró el presidente de Aprendiendo a Vivir.

La fundación tiene su centro, pero trabaja de la mano con el servicio de endocrinología del hospital, ya que aunque la educación es importante, la diabetes no deja de ser una condición médica, que debe ser asistida por un profesional.

La prevención es la clave. Desde hace cinco años, la fundación Aprendiendo a Vivir trabaja el tema de la prevención.

“Tenemos una campaña anual, que se llama “Ganémosle la carrera a la diabetes”, pero también se imparten charlas en colegios y escuelas públicas del país, para ayudar a crear conciencia de la importancia de hacer ejercicios o de llevar una vida saludable”, indica López.

Explica que el objetivo es tratar de prevenir la diabetes, porque “es una condición que toca a uno de cada cuatro dominicanos. Somos propensos a padecerla por la forma de alimentación, por la inactividad física y por otros factores”.

Referimiento. Igual que FACCI, cuando un niño es diagnosticado con diabetes, es referido a “Aprendiendo a Vivir”, que se mantiene, en un 95 %, por las donaciones privadas, actividades de recaudación de fondos e iniciativas propias.

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