Voluntad política

Voluntad política

“Don Claudio  –me espetó a boca de jarro el teniente de la Policía— aprobaron la reforma pero sin aumento, y  así no sirve”.  Quise responderle, o mejor dicho explicarle, que  eso lo resolverán más adelante los políticos, pero solo conseguiría darle más cuerda y, por lo tanto, más ganas de ponerme conversación. Así que opté por sacarle el cuerpo, responderle con una evasiva que dejara las cosas de ese tamaño, y darle un buen consejo, inspirado sin dudas por mi mala leche: ”Si yo fuera usted, mi querido, no cogiera prestado contando con  ese aumento”. Por eso no  tengo que ser adivino para saber lo mal que ha caído a la “moral” de los miembros  de la Policía que la escala salarial no fuera incluida en la Ley de Reforma Policial aprobada por los diputados, como tampoco hay que serlo para saber  que con un personal tan pobremente motivado, obligado a sobrevivir con un salario de miseria, será muy difícil sacarla adelante. Será mucho lo que se hable, a partir de ahora, sobre el tema, más aún estando  como está la Policía  en el ojo del huracán como consecuencia de su ineficacia  frente a la desbordada delincuencia, lo que nos obligará a mantenernos atentos a su implementación. Y, sobre todo, a la “intensidad” conque esto se haga, pues para nadie son un secreto las resistencias que desde su interior  han impedido, hasta ahora con éxito, su transformación, y  cabe esperar que en esta ocasión esas resistencias vuelvan  a ponerse de manifiesto. De ahí   la preocupación  del Vicepresidente Ejecutivo de Finjus, Servio Tulio  Castaños, quien condiciona  el éxito de la nueva ley policial a la voluntad política de los que nos gobiernan para doblegar las fuerzas que, desde  las entrañas mismas de  la Policía,  tratarán  de boicotear  el cambio que necesita con  tanta urgencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas