Voluntarios preparados para preservar vidas

Voluntarios preparados para preservar vidas

Su espíritu de solidaridad les motiva a salvar a ciudadanos en condiciones de riesgo, aunque para ello tengan que exponer sus propias vidas.

Jóvenes que forman parte de las 41,050 personas (brigadistas, médicos, paramédicos, voluntarios, militares, policías, especialistas en búsqueda, entre otros) que desde el jueves estarán diseminados en todo el país, como parte del operativo “Semana Santa 2015, por la prudencia y los valores”, contaron a la Esquina Joven de Hoy el placer que sienten al servir a los demás sin recibir nada a cambio.

“Para mí es un orgullo formar parte de este cuerpo auxiliar, porque aunque esté lejos de mi familia, ellos saben que es trabajando y brindando un servicio a la sociedad”, dijo el cabo Gregory Ubiera Salas, de la Armada de República Dominicana.

Este joven forma parte de la comisión militar de Obras Públicas asignado al 9-1-1, según explicó.

Explicó que ha recibido la capacitación necesaria para brindar asistencia vial en casos de accidentes de tránsito.

De su lado, el voluntario Laureano Ariel Marrero, de la Cruz Roja Dominicana, manifestó su entusiasmo al poder participar en la jornada.

Dijo que tiene años en este cuerpo auxiliar y que cuenta con la experiencia necesaria para ofrecer una respuesta rápida y efectiva.

A Marrero le apasiona poder ayudar a otros.

 

Luis Angel Frómeta, miembro del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, también contó su experiencia.

“Para mí es un orgullo asistir a la gente en medio de cualquier emergencia”, indicó.

Mientras, Carlos Alberto Mora, que se desempeña como técnico de operaciones de la Defensa Civil, dijo que lleva ya más de 20 años como miembro de esta institución de manera activa. “Una de las experiencias más dramáticas fue mi participación en el rescate luego del terremoto ocurrido en Haití en 2010. Es como el guión para la historia de un libro”, expresó mientras su mirada se perdía entre aquellos aterradores recuerdos.

Dijo que allí estuvo por alrededor de 15 días.

“Pudimos vivir en carne propia lo que fue trabajar con personas desesperadas al quedarse atrapadas entre los escombros. Ver gente caminando sin rumbo fijo, es difícil y muy triste todo eso”, añadió.

Explicó que junto a otros voluntarios de la Defensa Civil cursa un programa de rescate en estructuras colapsadas.

“Nos estamos preparando por si en el país sucede algo similar a lo ocurrido en Haití podamos dar una mejor respuesta a la ciudadanía. La verdad es que esperamos que nunca pase para no vivir ese dolor que padecieron los vecinos haitianos”, agregó.

 

Prudencia. Los brigadistas exhortaron a la población a mantener la prudencia durante el asueto de la Semana Mayor, en la que se recuerda la pasión, muerte y resurreción de Jesucristo.

A los conductores, sobre todo, de motocicletas, les instaron a no violar la Ley 241, sobre tránsito.

A los vacacionistas les recordaron que está prohibido el uso de playas y balnearios de 6:00 de la tarde a 6:00 de la mañana, así como también, la ingesta de bebidas alcohólicas en botellas de cristal.

 

Entrenamientos. Delfín Rodríguez, jefe de Operaciones de la Defensa Civil, explicó que siete mil miembros del organismo de socorro estarán diseminados en los 2,512 puntos de socorro.

En total, unas 41,050 personas trabajarán en el operativo que se inicia el jueves a las 12:00 del mediodía y concluye el lunes a las 6:00 de la mañana.

El organismo rector del operativo es el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), conformado por una multiplicidad de instituciones, cuya meta es prevenir accidentes y por ende, muertes.

Efectividad. Edwin Olivares, Jefe de operaciones del COE, explicó que con la estrategia desarrollada y la experiencia de los jóvenes voluntarios y de todo el equipo garantizan mayor nivel de efectividad que en años anteriores.

No obstante, dijo que se requiere la integración y cooperación de la sociedad en su conjunto.

“La conciencia de cada uno de los ciudadanos debe prevalecer, usando el menos común de los sentidos”, aconsejó.

Dijo que en la mayoría de los accidentes, la imprudencia y el alcohol están presentes, “entonces si se controlan esos dos aspectos, no habría luego nada que lamentar”.

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