Volvamos a la faena con más fe

Volvamos a la faena con más fe

Con la celebración del Día de los Santos Reyes termina  la festividad de la Navidad, un período  de tradición cristiana y días de asueto en que mucha gente suele incurrir en  excesos y olvidarse del mañana y de los deberes. Es una especie de vuelta a la realidad que nos coloca de nuevo ante los desafíos previstos para un año en el que podrían extremarse algunas dificultades, debido a los efectos de la crisis financiera y la recesión que ya afecta a grandes economías del mundo. En cuanto a nuestro país, el principal factor de incertidumbre ante los retos es el desconocimiento de la magnitud en que nos afectará la crisis y si las previsiones adoptadas serían suficientes para  contrarrestar esos efectos.

Ya en el último cuatrimestre del 2007 se sintieron algunas ráfagas de la recesión a través de la pérdida de empleos en empresas de zona franca por la caída de la demanda de sus ramas de producción en los Estados Unidos. Hay quienes prevén que esta racha no ha terminado. El Gobierno ha anunciado planes de contingencia para dinamizar la economía con  obras y reducción de las tasas de interés, entre otras cosas. El presupuesto nacional para este año, que supera con poco el del  2008, permite intuir un desempeño fiscal precario y constreñimiento financiero. Contrarrestar lo que parece venir requiere que asumamos los desafíos con entereza y con fe en que lograremos buenos resultados.

Un exceso que debe cesar

A Israel se le  ha ido la mano en la ofensiva de artillería que ha lanzado contra los palestinos en la Franja de Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes a su territorio por parte del grupo Hamas. La aniquilación de cientos de personas y la destrucción material provocada ha  horrorizado al mundo, que reclama un cese de la hostilidad. El gobierno israelí, de su lado, no da indicios de que vaya a cesar los bombardeos y el genocidio.

Esta nueva situación en el Oriente Medio pone a prueba, una vez más, la debilidad de organismos como las Naciones Unidas. Ya antes, su autoridad había sido burlada por los Estados Unidos, cuando decidió atacar e invadir Afganistán e Irak. En la Franja de Gaza no solo están siendo exterminados los combatientes del ala radical de Hamas, sino también niños y ancianos que después serán contados como “daño colateral” en situación de guerra. Este ejercicio brutal de la fuerza tiene que cesar.

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