Volvamos al huerto

Volvamos al huerto

JOSÉ R. MARTÍNEZ BURGOS
La especulación en nuestro país ha tomado ribetes alarmantes con características de patente de corso a todos los niveles de la vida nacional. No existe producto nacional o importado cuyo precio en el mercado no se haya duplicado y en ocasiones triplicado, por lo cual sus consumidores naturales tienen que abstenerse de comprarlos y en el caso, por ejemplo de las medicinas, la situación de los pacientes se convierte en una invitación a inscribirse en una funeraria; por consiguiente éste último renglón requiere un estudio más a fondo que el del establecimiento de boticas populares a fin de obtener una solución satisfactoria para todos los sectores sociales de la población dominicana.

En cuanto a los artículos que corresponden a legumbres y hortalizas, una forma de contrarrestar la especulación sería volver ha establecer el huerto escolar e incentivar el familiar; si no es esto posible el departamento de Producción de la Secretaría de Agricultura y la División de Hortalizas implementarían un plan a nivel nacional de instrucción, entrenamiento y capacitación a la ciudadanía, que incluya el reparto gratuito de simientes de todas clases, a la vez que organizarían un concurso a nivel del campo y las ciudades, para premiar los hogares que posean los mejores huertos con el máximo de producción y el intercambio de productos obtenidos mediante este sistema; al cabo de cinco o seis meses, los especuladores en éste ramo de la dieta popular, quedarían totalmente desplazados al igual que los intermediarios.

El programa podría también abarcar además de hortalizas el renglón de frutales de corto y largo ciclo de producción, con lo cual las familias obtendrían una reducción sustancial en el presupuesto de la canasta familiar.

Otro aspecto para hacer más eficaz la lucha contra la especulación sería activar la Dirección General de Control de Precios y pasarla a INESPRE, ya que al tratarse de una dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio, que vela por el cumplimiento de los precios de venta de los principales artículos de la dieta nacional, debería estar supeditada directamente a la políticas de estabilización de los precios de los productos fundamentales de consumo de mayor demanda en el país y las acciones de control de precios estarían mejor coordinadas y controladas y además INESPRE podría tener una mejor y eficiente vigilancia sobre los productos que importa directamente en los casos de baja producción nacional ó de escasez artificial.

Creemos que el Señor Presidente de la República daría un paso muy conveniente si pasara a Control de Precios a ser una división de INESPRE.

También para contrarrestar la especulación en los precios de los artículos de primera necesidad, sería oportuno que el sector agropecuario detectara con suficiente tiempo cuales productos bajarán en producción, por lo que se podrá vaticinar con gran precisión aquellos que serán necesarios importar en cantidad necesaria sin perjudicar la futura producción del país e invitar al sector privado: Asociación de Comerciantes, detallistas e importadores a colocar las órdenes correspondientes en las cantidades, calidades y clases de alimentos que requerirá la nación a fin de que no se produzca escasez ni alteración de precios y fijar éstos antes de producir las importaciones correspondientes, porque de esta manera la especulación quedará desplazada por el abastecimiento libre, suficiente y adecuado sin necesidad de que el gobierno tenga que distraer fondos que tiene destinados en el presupuesto de la República, para convertirse en un importador más, que tendrá que subsidiar la mayoría de los artículos traídos al país y a pesar de esto, dejará siempre inconforme a la población y a los que son en definitiva creadores de recursos del Estado. 

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