POR  DOMINGO ABRÉU COLLADO
Ser ignorante tiene a veces sus encantos, y uno hasta se lo goza. Por ejemplo, anda uno por ahí, por esas carreteras que a cada lado aparecen llenas de café o de cacao, y uno se pregunta… si fuimos una vez grandes productores de café, por que había enormes consumidores de café, ¿cómo es que no podemos seguir siéndolo si el mundo bebe más café que antes?

O si no… si fuimos una vez grandes productores de cacao, por que había enormes consumidores de chocolate, ¿cómo es que no podemos seguir siéndolo si el mundo es cada vez más bombonero y chocolatero?

Como también… si el azúcar de caña fue nuestro principal producto, por que fue el invento más dulce para el paladar y el mundo entero consume azúcar, ¿cómo es que dejamos de ser los grandes productores y el negocio sí se mantuvo y prosperó para el Central Romana y los Vicini?

Pero más todavía, si la gran demanda ahora –y la mejor pagada- son los productos orgánicos, esos que a su vez no demandan abonos químicos artificiales, y nosotros tenemos espacio demás para ese tipo de producción, quién o quiénes, qué o cuáles, impide o impiden que volvamos a ser cafetaleros, cacaotaleros y azucareros.

¿Por qué razón, por qué supuesta lógica es que estamos metidos en que solamente el turismo es nuestra única alternativa económica?

Decididamente, nos están cogiendo de pendejos a todos, como nos han cogido desde hace siglos… pero como que cada vez nos joden más.

Con la historia cabrona esa de la libre empresa y un resto de cuentos chinos –pero basados en recursos naturales que son de todos – tres o cuatro familias se han hecho con todo, han creado fortunas inimaginables y nos han jodido el presente y el futuro a todo el país.

Miren el asunto de las importaciones, por ejemplo. No se sabe desde cuando el contrabando ha estado reinando en el comercio importador… con todo, con comida, electrodomésticos, automóviles, repuestos, aire acondicionados… y cuando se les levanta una esquina de la sábana se arma el avispero, pero no se nombra a nadie y todo sigue como tal cosa. ¡Lo hemos visto a diario! ¡Furgones de mercancías de todo tipo incautadas! ¡Pero nadie responsable! ¿Y qué fue, entonces? ¿Hay robo o no hay robo, extorsión, sobornos y dolo cubriendo todo el país? Por cosas como esas es que la economía del país no busca otras alternativas, porque si fuéramos exportadores de cacao, café, azúcar, comida en todos los renglones, la economía no estuviera en manos de contrabandistas… y narcotraficantes, para ayudar… Sino que hubiera una mayor distribución de la actividad económica y más vigilancia.

Uno mira las carreteras y ve cómo crece la riqueza de algunos, y los otros, los que tienen que vigilar, dizque no lo ven…