Voracidad desmedida

Voracidad desmedida

El Concejo de Regidores del Ayuntamiento de Santo Domingo Este tiene secuestrado el presupuesto sometido por esa corporación para 2012.

El rescate que piden para darle curso a la pieza es que a cada uno se le eleve a RD$200,000 mensuales su sueldo actual, que es de RD$150,000. De lograr su objetivo, cada regidor cobraría al año RD$2,600,000, incluyendo el “sueldo 13”. En conjunto, los 33  succionarían del presupuesto RD$85,800,000. Y no hemos hablado de viáticos, dietas y otros extras.  

 Los  regidores del Ayuntamiento de Santo Domingo Este celebran una sesión el jueves de cada semana, y a veces no la realizan, cuando no hay informes que deben rendir. Eso significa 52 sesiones por año, que tendrían para el ayuntamiento  un costo  de más de 85 millones de pesos, si los regidores deciden salirse con la suya.

El cargo de regidor fue alguna vez honorífico. Entonces estuvo reservado para gente de excepcional  vocación de servicio comunitario. Con el tiempo  ha pasado a ser uno de los mejor remunerados, pero que menos devuelve en servicio a  la comunidad.

El Ayuntamiento de Santo Domingo Este tiene  pendientes obras, mejora del servicio de recogida de basura y acondicionamiento vial. Muchas de sus tareas  pendientes  no ha podido ejecutarlas por falta de dinero. La voracidad de los regidores amenaza con empeorar las cosas.

Una cifra demasiado alta

Hasta ayer el Centro de Operaciones de Emergencias había reportado  26 personas  fallecidas y 561 afectados durante los festejos de Navidad. En accidentes de tránsito, la mayoría en motocicletas, perdieron la vida nada menos que 24, y los dos restantes perecieron por intoxicación con bebidas alcohólicas.

Sin entrar en comparaciones con años anteriores, consideramos que es una cifra demasiado alta.

Todavía es alto el número de gente que pierde la cordura hasta exponer la vida propia y la ajena. Manejar bajo efectos de alcohol es una práctica letal, y la gente lo sabe, como sabe también que es peligroso comer en exceso bajo esos mismos efectos.

 Alguna vez aprenderemos a que la meta  debe ser celebrar sin incurrir en la imprudencia de hacer aquellas cosas que sabemos de viejo que son terriblemente dañinas.

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