CARACAS (AFP) – Los venezolanos votaron el domingo sin entusiasmo en comicios para elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional (legislativo), boicoteadas por la oposición y realizadas bajo fuertes lluvias en la capital y el este del país.
   El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Jorge Rodríguez, anunció el cierre de las mesas de votación a las 17H00 locales (21H00 GMT), una hora más tarde de lo previsto debido a la lluvia, y afirmó que transcurrieron «con absoluta normalidad».

   Indicó que los primeros resultados saldrán a las 20H00 locales (00H00 GMT).

   Dado que el voto no es obligatorio, se estimaba que la abstención podía superar el 70% de los 14,4 millones de venezolanos convocados a votar.

   Seis partidos de oposición, que juntos tienen 65 diputados de los 79 con que cuenta la oposición en la Asamblea Nacional saliente de 165 bancas, decidieron boicotear las elecciones la semana pasada, alegando falta de transparencia.

   Participaron los partidos de la coalición oficialista, liderados por el partido del Presidente Hugo Chávez Movimiento Quinta República (MVR), dos partidos opositores de centroizquierda que tienen 14 diputados en la asamblea saliente, y otros partidos menores y formaciones locales.

   El presidente declaró la muerte de los partidos tradicionales, Acción Democrática (AD-socialdemócrata) y COPEI (democristiano), que se alternaron en el poder en Venezuela entre 1958 y 1998 cuando Chávez fue electo, después de votar en una barriada pobre del oeste de Caracas.

   «Les llegó la hora de la muerte y a lo mejor ellos mismos desde el fondo de su alma así lo aceptan en el subconsciente, e hicieron lo que han hecho, acelerar la muerte, para quedar en los registros de la historia y darle paso a gente nueva, a ideas nuevas», afirmó el presidente.

   Dijo que los partidos que se abstuvieron «podrían quedar no sólo ilegitimados, sino también ilegalizados» según la legislación electoral.

   Entre los que acompañaron a Chávez se encontraba el presidente de la Asamblea Nacional saliente, Nicolás Maduro, quien adelantó la realización de un referendo en 2006 para consultar una anunciada reforma a la Constitución, que el oficialismo podrá realizar dado que contará con más de los 2/3 de la Asamblea Nacional.

   «Hay gente intentando sabotear…, tratando de generar hechos violentos colocando niples por allá, amanezas por acá, una explosión, pero no, aquí no hay condiciones para eso», enfatizó Chávez en alusión a unos petardos colocados en el principal campo militar de Caracas el viernes, y a unas explosiones ocurridas en un oleoducto en el estado de Zulia (oeste) el sábado por la noche.

   Estos comicios están siendo monitoreados por varios centenares de observadores internacionales, encabezados por delegaciones de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

   Imágenes de televisión y recorridos de la AFP permitieron constatar que había poca afluencia de votantes durante toda la jornada del domingo, con una lluvia que caía intermitentemente sobre Caracas y el oriente del país.

   El candidato presidencial de Primero Justicia (PJ-centroderecha), Julio Borges, resaltó la abstención: «Venezuela con su silencio está hablando».

   «Lo único que se nota es que no hay votantes, la gente no ha salido de sus casas», dijo por su parte el secretario general de AD, Henry Ramos, quien llamó a «estar atentos» de que «los resultados que nos anuncien sean compatibles o cónsonos» con la poca afluencia a las mesas.

   El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, se mostró por su parte conciliador: «El mejor regalo que le podemos hacer a la democracia después de esta actitud de la oposición es sentarnos todos los venezolanos mañana mismo a discutir».

   En sectores de la oposición existía descontento por el boicot decretado por sus partidos.

   El diputado Carlos Ocariz, 33 años, de Primero Justicia, lamentó en declaraciones a la AFP el domingo esa decisión «que nos aleja de la gente», tras recorrer el barrio popular de Petare (este), que integra su circunscripción. «Acato la decisión del partido aunque creo que está profundamente equivocada», añadió.

   La organización opositora Súmate, instigadora del boicot, había llamado a acudir a Iglesias, pero los templos no superaban lo normal en asistencia en un domingo en este país de amplia mayoría católica.