Voto del Senado sobre inmigrantes ilegales es una victoria de Bush

Voto del Senado sobre inmigrantes ilegales es una victoria de Bush

Por Nicole Gaouette, Maura Reynolds y la colaboración de Matthew O´Rourke
Un comité del Senado votó a favor de crear una vía para que algunos de los 12 millones estimados de inmigrantes ilegales se conviertan en ciudadanos de Estados Unidos sin tener que dejar el país, y permitir que trabajadores extranjeros adicionales entren al país temporalmente, bajo un programa que puede llevarlos a adquirir la ciudadanía.

El voto del comité judicial del Senado es una victoria para los defensores de la liberalización de las leyes de inmigración y para el presidente Geroge W. Bush, quien instó al Congreso durante dos años para que creara un programa para trabajadores temporales, aunque ha argumentado contra permitir que esos inmigrantes ganen la ciudadanía.

Sin embargo, acerca al cada vez más fraccionado partido republicano a una lucha contenciosa en el Senado, donde el debate sobre las propuestas por endurecer las leyes de inmigración se espera que comience esta semana. Las reformas ya han provocado grandes manifestaciones públicas en Los Ángeles y en otras ciudades de EEUU.

Una señal de lo difícil que pudiera ser la aprobación de la legislación es que el comité judicial aprobó su paquete de inmigración, aunque la mayoría de sus miembros republicanos estaban en contra. La votación fue 12 a 6, con los seis votos disidentes de republicanos; cuatro republicanos tomaron partido con ocho demócratas para respaldar la medida.

El proyecto de ley del panel del Senado difiere de manera importante de un cambio en las leyes de inmigración aprobado el año pasado por la cámara que se concentró en endurecer la seguridad en la frontera y intensificar el cumplimiento de la ley.

El panel del Senado también votó por eliminar una propuesta contenida en la legislación de la Cámara que haría de la condición de inmigrante ilegal un delito, en lugar de una violación de una disposición civil; también eliminó la medida que hubiera convertido en delito ofrecer ayuda a inmigrantes ilegales, a no ser en casos de emergencia.

Esta propuesta había sido denunciada por grupos humanitarios y algunos líderes religiosos, incluyendo el Cardenal Roger Mahony de Los Ángeles, quien dijo que instruiría a sus sacerdotes para que la desafiaran.

“Lo que ha pasado es mucho más duro que hacer cumplir la ley y una forma para sacar de las sombras a 12 millones [de inmigrantes ilegales]”, dijo el senador republicano Sam Brownback. “Creo que hemos generado una ley que es resultado de un debate serio”, dijo el senador republicano Arlen Specter, presidente del comité judicial

Un oponente, el senador John Cornyn, expresó: “Voté en contra este proyecto del comité porque recompensa a los inmigrantes ilegales y será considerado una amnistía por los estadounidenses. Va a estimular más falta de respeto a nuestras leyes y debilitará nuestros esfuerzos por defender nuestra seguridad nacional”.

No estuvo claro si las manifestaciones de días recientes en LA y otras ciudades influyeron en la votación del comité senatorial.

La propuesta de ley del comité permitirá hasta 400,000 nuevos visados anuales a trabajadores extranjeros que ingresen en EEUU por tres años. Los visados podrán ser renovados una vez para una estadía total de seis años. El programa permitiría visados para la familia de los trabajadores y un camino hacia el estatus de residente permanente, si los inmigrantes aprenden el inglés, entre otros requisitos.

La obtención del estatus de residente permanente, también conocido como la obtención de la “tarjeta verde”, es un paso hacia la ciudadanía, bajo la ley actual.

Según el proyecto, los inmigrantes que ya están esperando una tarjeta verde serían considerados con prioridad sobre los que entran a EEUU y hagan su solicitud bajo el nuevo programa de trabajador huésped.

El comité aprobó un programa adicional de trabajador huésped patrocinado por la senadora Dianne Feinstein, destinado exclusivamente para los trabajadores agrícolas. Ofrecería 1,5 millones de “tarjetas azules” a los trabajadores que hayan laborado en los campos por no menos de 100 días al año, y como máximo 150. Aquellos que lo hayan hecho y cumplan otros requisitos pudieran solicitar la residencia permanente.

“El interés de esta propuesta es crear una fuerza de trabajo legalizada para la industria agrícola”, dijo Feinstein. El programa terminaría después de cinco años.

La parte más intensa del debate entre los miembros del panel se produjo sobre el destino de los 12 millones de trabajadores indocumentados que ya están en EEUU.

Una propuesta les permitía renovar indefinidamente sus visados especiales, conocidos como “tarjetas doradas”, que les permitiría trabajar y tener residencia en EEUU todo el tiempo que desearan. Esto no les hubiera permitido convertirse en ciudadanos.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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