PAT BORZ
MINNEAPOLIS. En el sube y baja de Francisco Liriano con los Mellizos de Minnesota, Rick Anderson no solo ha sido su coach de pitcheo sino también su motivador, y a veces, su niñera.

Anderson tenía un asiento preferencial en los eléctricos dos meses y medio de Liriano en la temporada del 2006, cuando dominó la Liga Americana, y luego guió al zurdo por un tortuoso retorno de una operación Tommy John en noviembre de ese año.

Pero el 2 de mayo en la casa de los Indios de Cleveland, Anderson vio a Liriano hacer algo que nunca antes había visto –algo que demostró que Liriano, de 26 años, estaba usando su cabeza en vez de solo su brazo.

Luego de un par de entradas de haber comenzado el partido contra los Indios, Anderson se dio cuenta de que Liriano estaba cambiando de lado en la goma del montículo dependiendo del bateador. Los lanzadores normalmente se quedan con su pie de atrás en un solo sitio.

“Cuando se mueve hacia la izquierda, la bola sale desde atrás de él con más frecuencia”, dice Anderson. “Estaba tratando de conseguir más ángulo, para engañar más. Es muy inteligente. Usualmente los lanzadores no se mueven de un lado a otro. Es un poco más complicado controlar los lanzamientos si se mueven mucho.

“Puedo imaginarme que antes ni siquiera lo intentaría, porque él trataba de tirar duro y con todo. Ahora él piensa un poco más en lanzar”.

Liriano nuevamente está lanzando como el estelar que Minnesota esperaba en el 2003 cuando lo adquirió junto a Joe Nathan como parte de un cambio por el receptor A.J. Pierzynski y dinero en efectivo.

El inicio de 4-1 con 2.36 de efectividad de Liriano incluye una victoria 2-0 el 27 de abril contra los Tigres de Detroit en la que ponchó 10 en ocho entradas. Marcó el primer partido de doble dígitos en ponches desde ese mágico verano del 2006, cuando tuvo foja de 12-3 y 2.16 de efectividad luego de comenzar la temporada en el bullpen.

“Liriano lanzó el mejor partido que se ha lanzado contra nosotros en todo el año, con el mejor repertorio”, dijo el dirigente de los Tigres, Jim Leyland. “No tuvimos oportunidad”.

Liriano tuvo marca de 3-0 en cuatro aperturas de abril y tuvo una racha de 23 entradas consecutivas en blanco para ganar el reconocimiento de lanzador del mes.

Últimamente, la recta de Liriano ha alcanzado las 95 millas por hora. Es un poco menos que su velocidad previa a la operación, pero mucho más rápida que la del año pasado. Y lo suficientemente rápida para emparejarse con su cambio aun más efectivo.

“Estoy tirando la recta como antes”, dice Liriano. “Es un gran sentimiento porque puedo controlar mis lanzamientos. No tengo miedo de tirar mi recta en cualquier conteo”.

Antecedentes

El paso de Liriano

2006

Se produce el debut de Francisco Liriano en las mayores y tuvo marca de 12-3 y 2.16 de efectividad antes de lesionarse el codo y perder un año y medio de actividad.

2009

Tuvo una foja de 5-13 y 5.80 de efectividad, siendo relegado al bullpen y registrando la peor campaña para lanzador.