Vuelve la calma a Pedernales; esperan Haití entregue homicida

Vuelve la calma a Pedernales; esperan Haití entregue homicida

Pedernales
La calma retornó ayer a esta provincia, luego que autoridades civiles y militares dominicanas se comprometieran a gestionar con sus homólogas haitianas el traslado al país de uno de los tres hermanos a los que se les imputa la muerte de una pareja de esposos.
Ante la amenaza de la comunidad de expulsar a los haitianos residentes allí en represalia por el homicidio de Julio Reyes Pérez y de su esposa Neida Urbáez, se produjo una reunión en el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) entre el director de ese organismo, el alcalde y el cónsul haitiano en Pedernales.
En ese encuentro los residentes en este poblado fronterizo dieron un compás de espera de una semana para que se entregue a la justicia dominicana a uno de los supuestos homicidas, detenido en Haití.
Esa solicitud está a expensas de las autoridades haitianas, ya que entre Haití y la República Dominicana no existe tratado de extradición.
La situación se volvió tensa el lunes cuando una caravana recorrió las calles del poblado conminando a los haitianos a que dejaran la localidad en un plazo de 24 horas, porque de lo contrario tomarían acciones en su contra.
La caravana fue dirigida por Manuel Antonio Pérez Cuevas, quien tomó una “guagua anunciadora” para hacer el llamado amenazante. Esa advertencia de sacar por la fuerza a los inmigrantes motivó que el Gobierno dispusiera el traslado de un contingente policíaco-militar, para evitar que ocurrieran hechos de violencia.
En la mañana de ayer familias completas haitianas dejaron la zona, y se trasladaron hasta el poblado haitiano de Anse-a-Pitre, ubicado a tres kilómetros de Pedernales.
Las gestiones con Haití. El jefe del Ejército de la República Dominicana, mayor general Braulio Alcántara, afirmó que encaminan gestiones con la encargada de negocios de Haití, quien llegaría a Pedernales en la tarde ayer para agilizar la entrega de uno de los supuestos asesinos y someterlo a la justicia.
“Nosotros estamos mediando junto al alcalde y demás autoridades civiles y autoridades haitianas para que esa situación se produzca”, dijo el oficial.
La Policía haitiana apresó a uno de los imputados, pero los otros dos aún siguen prófugos, según explicó Will Vital, cónsul de Haití. El diplomático no dio los nombres de los supuestos homicidas.
En otro orden, el mayor general Alcántara garantizó que se mantendrá la seguridad en la zona con las patrullas mixtas.
Además negó la versión expuesta a través de las redes sociales, de que desde la frontera del lado haitiano disparaban para el lado dominicano hasta con armas de guerra.
Tampoco hubo enfrentamientos a pedradas como fue publicado por algunos medios de comunicación, y que hasta ahora el pueblo se ha manifestado de manera pacífica, dijo el militar.
Asimismo, el general de la Policía Orlando Pichardo Reynoso, director de la regional Sur con asiento en Barahona, sostuvo que están preparados para responder ante cualquier eventualidad urbana que se presente en Pedernales o cualquier pueblo aledaño.
Lo que provocó la crispación. La procuradora fiscal de Pedernales, Maritza Díaz Corcino, explicó que la población estaba tranquila hasta que el pasado sábado murió la señora Urbáez, tras permanecer ingresada en varios centros hospitalarios por las heridas recibidas por sus agresores.
Pérez y Urbáez, residentes en la comunidad Las Mercedes, habrían sido atacados por tres hermanos haitianos, quienes tras cometer el hecho huyeron hacia el vecino país.
Pérez, de 65 años, murió instantáneamente, y Urbáez, de 53, veintitrés días después. Díaz Corcino explicó que al único de los detenidos se le ocupó una motocicleta que le sustrajo a la pareja.
El dolor de los familiares. Josefina Urbáez, hermana de Neida Urbáez, explica que su pariente y el esposo de esta fueron masacrados por tres hermanos haitianos que trabajaban en su propiedad, donde sembraban y criaban animales.
Explica que los extranjeros viajaban todos los días desde Haití hacia este lado, específicamente a la comunidad Las Mercedes, donde tenían las propiedades sus parientes, lo que indica que eran personas de su confianza.
La confianza era tal, según dijo, que la pareja le construyó una casa a los hermanos haitianos.
El exsenador Angel Pérez, hermano del asesinado Julio Reyes Pérez, expresó el intenso dolor que siente por la forma como murió su pariente. Con palabras entrecortadas dijo que las autoridades perdieron mucho tiempo para tratar de capturar a los responsables del hecho.
Un llamado a la paz. El párroco de Pedernales, Joaquín Ramírez, informó que la iglesia cuenta con nueve comunidades en la parte alta, a las que acuden dominicanos y haitianos.
El sacerdote apela a la paz entre los dos pueblos, ya que históricamente ha habido una relación de armonía, que no debe romperse. Mientras ofrecía estas informaciones algunos pobladores que se concentraron en la casa de la familia asesinada vociferaban improperios en su contra porque lo acusan de ser “cómplice” de los haitianos.
Consecuencias en el comercio. El comerciante Catalino Ravelo advirtió sobre los efectos negativos que tiene para la provincia el estado de violencia generado a raíz de los asesinatos, ya que los haitianos aportan a la economía del poblado.
Expresó que estos cruzan diariamente a trabajar del lado dominicano, pero regresan a su país en horas de la tarde, lo que no ocurre desde el pasado lunes cuando se les dio el ultimátum.
“Muchos inmigrantes venden mercancías aquí, y luego compran artículos de primera necesidad que llevan a su país”, dijo.

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