Para que pueda resultar exitoso, el plan de seguridad concebido por el Ministerio de Educación para contrarrestar la violencia en las escuelas necesita estrechar los vínculos y el intercambio entre padres, estudiantes, personal docente y la Dirección de la Policía Escolar. Y como parte del mismo, se debe dotar a cada centro docente de sicólogos que laboren como orientadores de los estudiantes y sus tutores en asuntos docentes y para los casos de conflictos que puedan perjudicar la integridad física y el rendimiento del escolar.
La vigilancia de las escuelas debe garantizar el impedimento de entrada a personas ajenas al plantel y evitar por todos los medios posibles el ingreso de armas a esos centros. También tener control efectivo sobre el entorno. Las medidas de seguridad deben ser una respuesta integral al problema de la violencia en los centros educativos, tanto por conflictos entre estudiantes como por robos de equipos y asaltos en perjuicio de alumnos y personal administrativo y docente.
El presupuesto holgado asignado este año al Ministerio de Educación permitiría la sustentación financiera de un plan dirigido a mejorar de manera permanente los índices de seguridad en los planteles y su entorno. Las escuelas del Estado son muy vulnerables a las incursiones de extraños y sus consecuencias.
La inocuidad de lo que comemos
Los organismos de salud, control de calidad y protección del consumidor deben ponerse en guardia ante la advertencia hecha por los patólogos Laureano Ortega Mármol y Joaquín Caminero, debido a una alta incidencia de la enfermedad hiperplasia de células neuroendocrinas del estómago, que según estos especialistas es provocada por sustancias empleadas en el país en la elaboración de pan y de jugos con edulcorantes en bebidas procesadas y otros alimentos de gran consumo local.
De nuevo, el bromuro de potasio es citado como la sustancia posiblemente responsable de la enfermedad, que puede causar cáncer, además de gastritis, úlceras y pólipos. Es necesario que los organismos competentes vigilen para evitar que se violen los límites de cantidades de ciertas sustancias potencialmente dañinas para la salud y que se emplean aquí en producción de ciertos alimentos de gran demanda en el país.