Hoy 
Por ALTAGRACIA ORTIZ G.
El nuevo presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD) prometió ayer que luchará contra la línea privatizadora de los servicios de salud, la cuota de recuperación y por la mejora de las tarifas y honorarios de los galenos.
El doctor Waldo Ariel Suero habló en esos términos al tomar posesión por tercera vez como presidente CMD.
Señaló que la situación de ajustes y crisis económica por la que atraviesa el país hacen que sea necesaria la lucha por dignificar las condiciones de vida de los profesionales de la Salud.
Aseguró luchará para evitar que ocurran muertes evitables desde el punto de vista médico, pero además, porque los profesionales de la salud sean respetados en la prestación de sus servicios. Amable Aristy Castro fue invitado especial de Suero.
Agrava el panorama de la salud la ausencia y recortes de incentivos económicos complementarios como el no pago del riesgo profesional, de los servicios intrahospitalarios de guardia, llamadas y la no aplicación continúa del escalafón profesional, dijo.
Indicó que las pensiones, jubilaciones bochornosas, ausencia de condiciones para laborar en las plantas físicas, limitación del material de trabajo y cancelaciones antojadizas, son una constante en el médico dominicano.
Indicó que se compromete a lograr la indexación de los salarios en relación al grado de inflación anual.
Reiteró su compromiso de diseñar, ejecutar y evaluar políticas sobre pago de incentivos a través de sus diferentes modalidades.
Este cuadro de incertidumbre y estrés constante del médico se han multiplicado frente a la entrada reciente del Seguro Familiar de Salud (SFS), caracterizado por el pago de bajos honorarios y tarifas, reducción significativa en el volumen de pacientes en consultorios y clínicas, dijo Suero, quien fue posesionado en el cargo por el saliente presidente, doctor Enriquillo Matos.
Señaló que el nuevo modelo lleva al médico a renunciar participar en las prestaciones de servicios de salud de especialistas, problemas y confusión en la adquisición de medicamentos de los pacientes por la implementación de una receta única que solo ha beneficiado al impresor, ya que casi ningún médico ha comprado, pues está cargada de datos innecesarios y que se ha convertido en un obstáculo para que la población pueda adquirir los medicamentos.
