Wall Street abrió este lunes en rojo y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, restaba un 0,51 %, cuando los inversores esperan saber cuál será la decisión de la Reserva Federal estadounidense sobre el porcentaje de la subida de la tasa de interés.
Diez minutos después de comenzar la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones perdía 158,38 puntos, hasta 30.664,04 enteros mientras que el selectivo S&P 500 restaba un 0,52 % o 19,98 unidades, hasta 3.853,35 puntos.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a las principales tecnológicas, descendía un 0,45 % o 51,56 enteros, hasta 11.396,84 unidades.
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Esta semana, los inversores se centran en gran medida en una ronda de decisiones sobre tipos de interés por parte de los bancos centrales, ya que tras la decisión de la Fed el miércoles, le seguirá el Banco de Inglaterra el jueves.
Según una encuesta de CME Group, el 80 % de los inversores cree que la Fed subirá los tipos en 0,75 puntos porcentuales, mientras que el 20 % anticipan la posibilidad de que el banco central eleve las tasas en un punto porcentual.
“Tememos que la Fed nos sorprenda con otra subida enorme”, dijo Florian Ielpo, jefe de macro en Lombard Odier Investment Managers, en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal.
Casi todos los sectores amanecían con pérdidas con el sanitario (-1,53 %) como el peor parado, junto al inmobiliario (-1,53 %) y el energético (-1,06 %).
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Mientras que los dos únicos sectores que amanecían en verde eran el de bienes no esenciales (0,15 %) y el de industriales (0,05 %).
Entre las 30 empresas cotizadas del Dow Jones, también predominaba el rojo y las mayores bajadas eran para MSD (-1,97 %), Johnson & Johnson (-1,73 %) y UnitedHelth (-1,36 %), mientras que entre las pocas compañías que comenzaban al alza, destacaban Home Depot (0,99 %) y SalesFforce (0,75 %).
En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba hasta 82,31 dólares el barril, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años aumentaba hasta el 3,502 %, el oro perdía valor hasta 1.671,40 dólares la onza y el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio de 0,9982.