Wall Street cree si hay renegociación de los bonos, sería de manera voluntaria

Wall Street cree si hay renegociación de los bonos, sería de manera voluntaria

Si la República Dominicana se ve forzada a reprogramar sus $1.1 billones en bonos soberanos este año, Wall Street apuesta a que la operación sería voluntaria y relativamente indolora, como fue la reestructuración de Uruguay en el 2003.

Esta es la percepción de analistas del mercado que fueron consultados por la agencia Reuters.

En un trabajo publicado por esa agencia informativa, la República se aprovechó de los períodos de gracia con el fin de hacer sus últimos pagos, dejando a los inversionistas especulando acerca del próximo pago grande, de US$27 millones, que se vence en julio.

La pregunta que se hacen los analistas, según Reuters, es si el país puede mantenerse pagándole a sus acreedores privados mientras reestructura préstamos que debe al Club de París, un grupo de gobiernos occidentales que presta a otros países.

Los analistas están divididos sobre si los bonos de la República tendrán que ser reprogramados.

«El resultado mas probable será análogo a la reestructuración uruguaya,» dice Vincent Truglia, codirector de la unidad de riesgo soberano de Moody’s Investors Service.

Moody’s califica a la República Dominicana B3, seis puntos debajo del grado de inversión. Ese es el mismo rating que tenía Uruguay en el 2003 cuando, sin siquiera fallar un pago, transfirió más de US$5 billones en deuda por documentos a más largo plazo, en un intercambio voluntario en el que participó más de 92 % de los tenedores de bonos.

El acuerdo de Uruguay ha sido elogiado desde entonces como ejemplo de reestructuración favorable al mercado.

Como contraste, estuvo el default de la vecina Argentina en el año 2002, en el cual el gobierno simplemente suspendió los pagos de principal e intereses de $88 billones, prometiendo una reestructuración que todavía no se ha producido.

Como parte del reciente acuerdo de la República Dominicana con el Club de París para reestructurar US$193 millones en pagos de deuda a vencerse este año, el gobierno hizo un compromiso de buscar un trato comparable para acreedores privados y bilaterales no miembros del Club, a fin de cubrir una brecha de US$100 millones remanente para este año.

De acuerdo a lo informado por Reuters, funcionarios dominicanos tratan de llenar ese hoyo sin reestructurar deuda privada. En un momento en que el país caribeño debe fortalecer la confianza y robustecer el peso, una reestructuración podría desalentar la muy necesitada inversión extranjera.

«Pensamos que hay una ligera posibilidad de que ellos excluyan de la reestructuración a los tenedores de bonos » por medio de reestructurar la deuda comercial bancaria y los prestamos bilaterales fuera del Club de París, afirma Theresa Paiz Fredel, quien analiza la República Dominicana para Fitch, el cual califica al país CCC plus.

El analista de Bear Stearns Franco Uccelli es más optimista, colocando en 50% el riesgo de reestructuración.

«Si ellos fueran a reestructurar, lo cual no es una certeza en este punto ya que ellos van a hacer todo lo que puedan para evitarlo, es probable que la reestructuración sea semejante a la de Uruguay, en el sentido de que fue una transacción favorable al mercado,» dijo Uccelli.

Él estima que los tenedores de bonos buscarían una reducción neta de 10 a 30 % del valor actual de esos títulos en una reprogramación.

Mientras los tenedores de bonos están preocupados sobre si se les pagará a tiempo, los dominicanos promedio sufren una fuerte caída económica tras el desplome el año pasado de Baninter, uno de los principales bancos del país. El peso, cotizándose alrededor de 45 por dólar, ha perdido la mitad de su valor durante los últimos doce meses.

[b]¿NUEVOS PRESTAMOS?[/b]

Los dominicanos también exploran la posibilidad de nuevos préstamos. Pero, según el acuerdo con el Club de París, cualquier nuevo crédito tendría que ser contratado a una tasa más baja que la pagada por los bonos vigentes.

Reuters advierte que el problema es que la calificación crediticia del país es tan baja que nuevos préstamos serían muy costosos.

Los países les pagan a agencias como Fitch y Moody’s para que los califiquen, a fin de proporcionarle al mercado un panorama financiero preciso. Pero, algunos funcionarios dominicanos se quejan en privado de que las calificaciones en vez de ayudar dificultan que el país cierre su brecha financiera en un modo favorable al mercado.

Las agencias responden que sus calificaciones simplemente reflejan el riesgo de default, explica la nota informativa de Reuters.

(Versión: Ramón Arturo Guerrero)

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