Nueva York, EFE.- Wall Street recuperó hoy los niveles con los que cerró 2014 y se dio una segunda oportunidad para volver a empezar el año con un rumbo menos volátil y decidido a que el Dow Jones recupere sus 18.000 puntos.  

Esta “toma 2” de un año que, de momento, solo ha traído disgustos, tuvo como golpe de claqueta el anuncio este jueves por parte del Banco Central Europeo de una ambiciosa política de estímulo monetario a la zona euro- nada menos que 60.000 millones de euros al mes de inyección, unos 68.000 millones de dólares.

Así, el Dow Jones subió más de 250 puntos y terminó la jornada en 17.813,98 enteros, cuando el 31 de diciembre marcaba 17.823,07. El selectivo S&P 500, que empezó el año con 2.058,90 unidades, hoy superó esa marca y terminó en 2.063,15.   Y el Nasdaq volvió a soñar con llegar este año a los 5.000 puntos al cerrar en 4.750,40 puntos, en comparación con 4.736,05 del último día del año pasado.

Con el contador a cero, Wall Street intentará que la situación no se le vuelva a ir de las manos, aunque no se puede perder de vista la fragilidad de las causas de tanto entusiasmo. A pesar de que los mercados celebraron en todo el mundo la apertura del grifo del dinero público, no deja de ser una medida de estímulo para cubrir las carencias de una economía con problemas.

Resulta inevitable, además, no retrotraerse a las medidas de estímulo que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tomó para proteger la economía nacional desde 2008 hasta 2014. Es cierto que los mercados se fortalecieron, pero conviene recordar cómo los índices vivieron durante esos años muy sensibles a cada movimiento de ajuste o retirada de dichos estímulos.

En cualquier caso, la principal causa de los descensos en las cotizaciones de enero, la crisis internacional por el exceso de oferta de petróleo, sigue sin resolverse, y hoy el crudo de Texas volvió a bajar un 3 %. Y tampoco puede decirse que, por el momento, la tanda de resultados empresariales haya sido especialmente positiva.

Después de los varapalos recibidos por entidades financieras como JPMorgan o Goldman Sachs (aunque fuera más por las multimillonarias multas que pagaron el año pasado que por una ralentización en sus ingresos) hoy estaba de resaca American Express, que los anunció ayer, y publicaron sus cifras la operadora telefónica Verizon y la aerolínea United Continental.

La primera redujo el año pasado sus beneficios a la mitad, lo cual le llevó a caer en bolsa, y la segunda los duplicó, pero aunque los inversores no quisieron prestar atención, en la letra pequeña podía verse que en los últimos tres meses los precios del combustible le habían jugado una muy mala pasada.