WASHINGTON. El jefe del Pentágono, Ashton Carter, denunció el miércoles ante el Congreso estadounidense «la actividad nefasta» de Irán en Medio Oriente, en lo que parece un intento por apaciguar a los legisladores contrarios al acuerdo nuclear que preocupa a Israel y a los países del Golfo.
Los principales responsables del gobierno estadounidense se dedicaron a jactarse de un histórico acuerdo sellado el 14 de julio en Viena entre las grandes potencias e Irán, ante distintas comisiones del Senado y de la Cámara de Representantes.
Carter habló ante la comisión de Defensa del Senado, presidida por el senador John McCain, junto al secretario de Estado, John Kerry, y los secretarios de Energía y del Tesoro, Ernest Moniz y Jack Lew, además del jefe de estado mayor de Ejército, el general Martin Dempsey.
«Seguimos (…) junto a nuestros amigos (…) y nos oponemos a la actividad nefasta de Irán», afirmó Carter, como ya lo había dicho hace una semana en Israel y Arabia Saudita.
«Mantenemos una posición militar fuerte para impedir cualquier agresión, reforzar la seguridad de nuestros amigos y aliados en la región, sobre todo Israel, para garantizar la libertad de navegación en el Golfo y vigilar la influencia nefasta de Irán», argumentó el jefe del Pentágono, al denunciar el apoyo militar de Teherán al régimen sirio o al Hezbolá chiita libanés, entre otros.
No obstante, Carter defendió el acuerdo alcanzado en Viena, que calificó de «buen acuerdo, porque impide a Irán, de manera completa y verificable, dotarse de un arma nuclear».
«Es un acuerdo que no impide ninguna opción al futuro presidente», aseguró el secretario de Defensa en referencia a un eventual uso de la fuerza contra Irán si la República islámica no cumplía sus compromisos.
El texto de Viena fue sellado el 14 de julio al término de 20 meses de intensas negociaciones entre Irán y el grupo de 5+1 (Francia, el Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y Alemania). Estos países aceptaron levantar progresovamente las sanciones internacionales a cambio de garantías de que Teherán no buscará fabricar un arma atómica.
Pero tiene muchos detractores en el Congreso. Necesitará al menos dos tercios de los legisladores para bloquear el acuerdo, durante una votación prevista en septiembre, dado que Barack Obama dispone de poder de veto.
Se espera que la mayoría de los demócratas respalden al presidente, lo que garantizaría que el acuerdo prospere.