Washington preocupado por giro Latinoamérica

Washington preocupado por giro Latinoamérica

WASHINGTON (AP).- El Departamento de Estado pintó el miércoles un cuadro penumbroso de la situación de la democracia en América Latina y dijo directamente que lo que está ocurriendo en Venezuela no contribuye a mejorar el panorama.

«Venezuela, francamente, no representa un caso prometedor»», declaró el subsecretario de Estado Roger Noriega.

Dijo que a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos de establecer «una relación normal de trabajo»» con el gobierno del presidente Hugo Chávez, éste continuaba «definiéndose como nuestro opositor»».

Noriega, encargado de los asuntos interamericanos, formuló el comentario en una audiencia ante el subcomité de asuntos para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, convocada por su presidente, Dan Burton, para conocer el estado de la democracia en Latinoamérica.

Burton señaló específicamente a Bolivia, Ecuador y Perú como países que han tenido «diversos niveles de inestabilidad política en los últimos dos años»» y dijo que Chávez estaba «aparente y deliberadamente saliéndose de los principios democráticos… especialmente desde su victoria en agosto del 2004 en el referéndum revocatorio»».

Robert Menéndez, congresista demócrata, sostuvo que los recientes acontecimientos en Bolivia «nos dicen que no podemos ignorar la fragilidad de la democracia»» regional, donde la «pobreza, frustración y pérdida de fe en lo que llamamos democracia es persistente»».

Criticó al presidente George W. Bush por su falta de una política hacia Latinoamérica excepto en los campos de la seguridad y el narcotráfico y de recortar más bien las partidas de ayuda para la promoción del desarrollo socio-económico.

Noriega refutó la versión y mencionó que Bolivia, Honduras y Nicaragua están en camino de beneficiarse con la llamada Cuenta Reto del Milenio, y que seguirían por ese mismo camino Paraguay y Guyana.

Pidió «entender que el mundo ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas, y la política estadounidense ha cambiado con él»».

Sobre Chávez, afirmó que «sus esfuerzos para concentrar el poder, sus sospechosas relaciones con fuerzas desestabilizadoras de la región, y sus planes para la compra de armas (en Rusia) son causas de una gran preocupación»».

El demócrata William Delahunt opinó que las críticas de Estados Unidos a Chávez «no dicen toda la historia»».

«Creo que debemos hacer algo en un intento por corregir la situación»», afirmó.

Noriega dijo que Estados Unidos continuará apoyando a los «elementos democráticos»» en Venezuela y que deseaba que Chávez «proteja la seguridad regional contra los grupos narcotraficantes y terroristas»».

«Si los Estados Unidos y Venezuela ignoran la cuestionable afinidad del presidente Chávez con los principios democráticos podríamos terminar pronto con una Venezuela más pobre, menos libre y sin esperanza que busca exportar su fracasado modelo a otros países en la región»», afirmó.

Noriega dijo que en Latinoamérica todavía hay «muchas instituciones democráticas formales débiles y extremadamente politizadas»» y en algunos países no se puede confiar en obtener una «decisión apolítica e imparcial»» en las cortes.

Menéndez señaló como ejemplos de esos casos a Venezuela y Ecuador, donde los máximos tribunales han sido nombrados en procesos iniciados por sus respectivos presidentes.

Para Noriega, «muchos partidos políticos»» tampoco estaban cumpliendo bien su trabajo y estaban más bien concentrados en el patronazgo y eran «muy dependientes de las habilidades de un líder carismático»».

Admitió que había, sin embargo, «buenos gobiernos»», pero omitió identificarlos.

   «La buena noticia es que este hemisferio tiene muchos líderes con ambiciosas agendas sociales, que están adoptando firmes políticas económicas y buscando relaciones mutuamente beneficiosas con sus vecinos, incluyendo a los Estados Unidos»», dijo.

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