Washington presionará ONU ayude Irak

Washington presionará ONU ayude Irak

NUEVA YORK (AFP).- Estados Unidos se apresta a presionar el lunes a la ONU para que lo ayude en Irak con un papel más directo para facilitar la puesta en marcha de su plan de transición política, al que se opone fuertemente la jerarquía religiosa chiíta.

La solicitud será presentada por el administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer, en la reunión tripartita que celebrarán la coalición, la ONU y el gobierno provisional iraquí, a instancias del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, para decidir el futuro político del país ocupado, según diplomáticos.

La reunión toma un carácter de urgencia, tras el llamado del ayatolá Ali Sistani, el dignatario chiíta iraquí más prestigioso, a celebrar elecciones generales para designar a los miembros de la asamblea nacional transitoria que se encargarán de elegir el gobierno interino que asumirá el 30 de junio.

La posición del líder musulmán, de gran influencia en la mayor comunidad iraquí, amenaza los planes estadounidenses, que prevén que dicha asamblea provisoria sea establecida a través de un complejo proceso de asambleas locales.

Washington, cuya posición apoya Annan, sostiene que es materialmente imposible organizar elecciones generales válidas en Irak en un plazo de pocos meses.

El plan de transición política, acordado el 15 de noviembre entre Estados Unidos y el Consejo de Gobierno iraquí, no prevé elecciones para antes de fines de 2005 e insta a que una asamblea transitoria seleccionada en mayo elija un gobierno provisional para asumir la soberanía el 1 de julio.

«Elecciones precoces podrían favorecer a los extremos más que a los moderados, y podrían reforzar la polarización de la sociedad iraquí», según un diplomático de la ONU.

El ayatolá Sistani, de 73 años y a quien Estados Unidos consideró por mucho tiempo como un elemento moderado, amenazado el viernes con organizar masivas manifestaciones y una huelga general si sus exigencias no son escuchadas.

Para los diplomáticos, una solución podría ser el envío de una misión de la ONU a Irak, ya sea para convencer al religioso de la imposibilidad material de celebrar elecciones generales, o para encontrar una fórmula de compromiso para evitar una confrontación con la coalición liderada por Estados Unidos.

El asunto es también importante para las relaciones entre Washington y la ONU, que retiró a su personal extranjero en Irak en agosto pasado por razones de seguridad.

Annan ha manifestado su reticencia a enviar nuevamente personal del organismo a Irak mientras la seguridad se mantenga así de precaria. El secretario general quiere también que la ONU tenga un papel significativo en la transición política de Irak.

No obstante, el portavoz de Annan, Fred Eckhard, estimó que Estados Unidos y la ONU lograron un acercamiento en el asunto iraquí, que podría concretarse el lunes.

Por su parte, el presidente en ejercicio del ejecutivo provisional iraquí, Adnán Pachachi, consideró que la celebración de elecciones para designar la asamblea transitoria significaría la continuación por dos años más de la ocupación de Irak.

Dicha perspectiva dejaría a los iraquíes «decepcionados y frustrados», añadió.

En Washington, Bremer declaró el viernes que el plan de transferencia de la soberanía en Irak puede aún ser «afinado» y precisó que eso podría hacerse sobre «la manera cómo se lleva a cabo la selección de la asamblea transitoria» iraquí.

«Creemos que hay un papel para las Naciones Unidas en el proceso que ha sido establecido. La ONU tiene mucha experiencia en la organización de elecciones, comisiones electorales, leyes electorales y en el proceso de redacción de una constitución», dijo Bremer al término de una reunión con el presidente George W. Bush en la Casa Blanca.

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