Washington se pinta de verde

<p>Washington se pinta de verde</p>

POR GREG CRIST Y GABRIEL ZINNY
El presidente Bush anunció hace unos días, en el discurso del “State of the Union” que promovería políticas para reducir el consumo de gasolina en un 20% en 10 años, aumentando la producción de otros tipo de energías renovables y alternativas, principalmente etanol, en 35 billones de galones por año, e incrementando la eficiencia en el consumo de gasolina de automotores.

Estas ideas están lejos de ser originales, sino que más bien expresan un consenso que abarca desde la mayoría demócrata en el Congreso,  los líderes empresarios y políticos reunidos los pasados días en Davos y un extenso numero de grupos de interés, que incluye los mas enfocados en la seguridad del país, que buscan reducir la independencia de Estados Unidos del consumo de petróleo proveniente de Medio Oriente y otros estados conflictivos como Venezuela (Estados Unidos importo el año pasado 60% del petróleo que consumió); evangélicos y protestantes, que abogan por un cuidado del planeta que Dios creo, juntos a los medio-ambientalistas, y los intereses de los productores de maíz, que quieren más subsidios para producir energía alternativas.

En los últimos dos años, ante la inmovilidad del gobierno federal, el temor a mayores regulaciones, principalmente luego de la victoria demócrata, combinada con las oportunidades de negocio que genera la energía alternativa, impulsó al sector empresario a organizar coaliciones y grupos de presión con el objetivo de influir en las nuevas leyes, regulaciones y exenciones impositivas en proceso de definición, que afectarán la producción de mas limpios y eficientes combustibles.

Estás coaliciones están integradas por grandes corporaciones como General Electric, DuPont, Duke Energy, Alcoa, Caterpiller, y otros, que han lanzado recientemente sus campañas de relaciones publicas nacionales posicionándose como empresas interesadas por el cuidado del medio ambiente, y abiertas a buscar nuevas alternativas.

A su vez, se han lanzado gran número de fondos de inversión enfocados en energías alternativas y renovables, y plantas de producción, principalmente de etanol. Solo en Texas, uno de los estados pioneros en el desarrollo de energía alternativa, (paradójicamente George W. Bush fomentó la reducción del consumo del petróleo con mayor énfasis y efectividad en su período de Gobernador que en los 6 años de Presidente), este año entrarían en funcionamiento tres de las mayores plantas de producción de etanol en Estados Unidos. Texas es en la actualidad el mayor productor de energía solar en el país 

Estas medidas tendrán un efecto importante también en América Latina, ya que Brazil es el principal productor de etanol del mundo, y protagonista en el debate en Washington entre los productores de maíz en Estados Unidos, que buscan mantener las altas tarifas que afectan al más eficiente etanol brasilero, producido en base a caña de azúcar.

Varias analistas también sugieren esta solución, ya que si todo el etanol consumido por Estados Unidos se basara en el maíz, esto probablemente generaría aumento del precio, impactando en el resto de la canasta familia. A su vez, la producción de este etanol consume casi tanta energía como la que genera, y como esta proviene del gas natural, aumentaría los precios e importaciones de gas.

Esta realidad en Washington genera importantes oportunidades para América Latina, tanto desde un punto de vista político como empresario.  Hay voces en la Administración  Bush que quieren reducir las tarifas para el etanol brasilero, tanto por cuestiones energéticas, como para  generar una mas sólida alianza con Brazil en América Latina, y con estos beneficios atraerlo nuevamente a las mesa de negociación de un tratado de libre comercio, que permitiría conformar un alianza de TLC, como promovía el ex Representante Comercial Zoellick en un reciente artículo en el Wall Street Journal.

En diciembre del año pasado el entonces Gobernador Jeb Bush lanzó en Miami, junto con Luis Alberto Moreno, Presidente del BID, y un grupo de políticos y empresarios brasileros, la Comisión Interamericana de Etanol, con el objetivo principal de fomentar el consumo de etanol y las exportaciones a Norteamérica.

Esta situación puede generar cambios en la relación entre Estados Unidos y la región, ya que se ha consolidado una coalición de los que promueven el libre comercio con América Latina, que defienden una baja de tarifas en las importaciones de etanol, como los que buscan darle a Brazil un rol preponderante en la región, apartándolo de Venezuela y sus  aliados Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

El resto de los países de América Latina deberían seguir el ejemplo de los empresarios brasileros, que han desarrollado en el momento adecuado la capacidad de exportar al mundo un producto política y económicamente cada vez mas demandado.
Greg Crist es vice-presidente de Dutko Worldwide y Gabriel Zinny, Senior Associate.

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