El tenista suizo Stanislas Wawrinka sorprendió al serbio Novak Djokovic y se alzó este domingo con el título de Roland Garros.

El número uno mundial, que llegaba a la final del Abierto de París como favorito, sucumbió ante el suizo, número nueve de la ATP, en 3 horas y 12 minutos.

El marcador final fue 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4.

Wawrinka suma así el segundo Grand Slam de su carrera después de haber ganado en Australia en 2014.

Fin del reinado de Nadal

Esta es la tercera derrota que sufre Djokovic esta temporada. Hasta este domingo, llevaba 28 victorias consecutivas.

Es por eso que la victoria de Wawrinka adquiere aires de gesta: la consiguió ante quien parecía virtualmente imparable, ya le había ganado 17 de los 20 partidos que habían jugado.

Obesionado con ganar el último grande que falta en su palmarés, el número uno mundial se había mostrado intratable esta temporada.

Y sobre todo porque este año sí había podido contra el español Rafael Nadal (ganador de 9 de los últimos 10), contra quien se había estrellado en seis ocasiones.

Tuvo que ser la séptima la vencida. Djokovic le ganó a Nadal en cuartos de final, y con un abultado marcador muestra del estado de forma de uno y otro.

Tras imponerse a Murray en semifinales, cualquiera habría dicho que lo tenía casi hecho. Al menos, lo más difícil había quedado atrás.

Pero el suizo tenía otros planes, y haciendo gala de su conocida sangre fría, terminó por doblegar al favorito.

«Volveré»

Tras el partido, el suizo recibió la Copa de los Mosqueteros de manos del brasileño Gustavo Kuerten.

Djokovic se quedó mirando la copa y dijo: «Voy a seguir intentando ganar este trofeo. Volveré el año próximo».

«Hay en la vida cosas más importantes que la victoria y es el respeto. Stan, tengo un gran respeto para ti, eres un gran campeón, con un gran corazón y mereces este título», dijo.

El serbio no pudo reprimir las lágrimas y el público de la Philippe Chatrier lo despidió con una gran ovación.

Wawrinka también expresó su respeto por su rival de este domingo.

«Lleva el tenis a un gran nivel. Algún día ganarás Roland Garros, al menos lo mereces», le dijo.

«Hice el partido de mi vida. Todavía no me lo creo, estoy temblando, estoy muy feliz».