Wei Yuan

Wei Yuan

-II-

Desde 1635, buques ingleses comenzaron a aparecer frente a las costas chinas, negociaban en Guangzhu (Cantón) y posteriormente obtuvieron permiso para Zhushan y Xiamen, compraban seda y té para el cual tienen un apetito insaciable. Sin embargo, los chinos no estaban interesados en los productos ingleses. El paso de los años generó un superávit a favor de China, a los británicos se les ocurrió cubrirlo, 1820, vendiéndoles opio que cultivaban en la India. La introducción de esta droga disgustaba a los emperadores, quienes veían el terrible efecto en sus súbditos; trataron de reducir el flujo construyendo aduanas e imponiendo fuertes aranceles.

Algunos intelectuales reformadores se preguntaban cómo occidente había enriquecido mientras ellos empobrecían y perdían batalla tras batalla; sus anticuados regímenes, fuerzas militares y armamentos eran, sin dudas, las causas. Wei Yuan vivió entre 1794 y 1857, poco después de que China alcanzara su apogeo, aprobó el riguroso examen provincial, necesario para ser funcionario público, aunque años después falló el nacional en Beijing, finalmente muchos años después lo aprobó y trabajó con varios estadistas. Wei estuvo muy preocupado por la situación de China aunque fue fiel a la dinastía Qing, gravitaba hacia pensadores no convencionales como Liu Fenglu quien lo influenció considerablemente. Yuan propuso estudiar los avances de occidente y preocuparse por sus trayectorias. Su antología con el lema: “Riqueza y Poder”, introdujo un sentido práctico en el confucianismo para modernizar China, este libro fue seguido por otros de gran influencia en la juventud preocupada.

En el otro extremo del espectro se encontraba la “Escuela Legalista” fundada antes de la unificación de China, 221 AC, contraria a la posterior filosofía de Confucio de un gobierno virtuoso dirigiendo una sociedad agraria, proponían: “Enriquecer el Estado y fortalecer el Ejército”. La idea era invertir en avances tecnológicos militares, favorecer el comercio a través empresas mixtas o monopolios del Estado, leyes brutales para mantener gobiernos autoritarios. Lo interesante del caso es que la antología de Wei revivió China al pensamiento de los legalistas, aunque él siempre siguió las ideas de Confucio.

Ante las oleadas de opio vendidas por los ingleses, el emperador Daoguang nombró al Comisionado Imperial Lin Zexu en Cantón. Su misión, ponerle fin al tráfico de drogas. Lin fortificó la ciudad, capturó los depósitos de opio y los quemó; el único triunfo de China contra occidente, hasta que Mao Zedong repelió los ejércitos estadounidenses en Korea del Norte, Wealth and Power, China Long March to the 21st Century de Orville Schnell y John Delury. Los ingleses se movieron al norte por la costa, Lin fue llamado a Beijing y en su lugar fue nombrado otro Zar de las drogas, coyuntura que aprovecharon los británicos para tomar la ciudad y continuar sus “negocios”. Así comenzó la Primera Guerra del Opio de 1839-1842, que naturalmente perdieron los chinos. Los británicos impusieron una severa reparación monetaria. El halcón Lord Palmerston conducía la política exterior inglesa.

Alrededor de 1841, los ingleses tomaron Hong Kong, en 1842 tomaron Shanghai y luego ocuparon la confluencia del Yantze con el Gran Canal, y, el delta del río. Estas acciones navales cortaron efectivamente la entrada de alimentos a China y al Emperador. Los chinos se vieron obligados a pagar un millón de talegos de plata (taels). Estos pagos, a los que siguieron otros, influyeron enormemente en la economía que entró en crisis.

Inglaterra no paró ahí, avanzó y bombardeo Nanjing. Desesperada la corte china otorgó poderes ilimitados al negociador. El estado de ánimo chino los precipitó a firmar el Tratado de Nanjing, mediante el cual se le cedían cuatro puertos, además, Hong Kong y Shanghai. China estimó el tratado humillante, parecido al Tratado de Versalles de 1919 y los alemanes.

La Segunda Guerra del Opio tuvo lugar del 1856 al 1860, comenzó cuando los chinos interceptaron en Cantón, bajo sospecha de piratería y contrabando de opio, al barco comercial Arrow, con registro de Hong Kong. Los ingleses adujeron que el buque estaba protegido por la Corona, por lo que consideraban la detención un acto de guerra. El incidente dio a la Gran Bretaña el casus belli que buscaban para reiniciar las hostilidades y extender su poder comercial de arriba a abajo por la costa oriental China. Tomaron el fuerte Dagu que protegía a Tianjin, la puerta a Beijing, para 1858, le habían tumbado el pulso a Qing y se firmó otro tratado desigual, el Tratado de Tianjin.

Mediante este Tratado China aceptaba un embajador en Beijing, abría 10 nuevos puertos, permitía misioneros cristianos, bajaba los aranceles al opio y a las mercancías extranjeras. Fuentes fundamentales de recursos para Qing.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas