Wellness Letter 
¿Son seguras las estatinas?

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No menos de 12 millones de estadounidenses toman estatinas para bajar el colesterol, que son algunas de los medicamentos de mayor venta en el mundo, y quizás tres veces más de personas las tomen, según cifras del gobierno de Estados Unidos.

Estos salvavidas comprobados se consideran muy seguros por todas las organizaciones de expertos, incluyendo el American Collage of Cardiology, American Heart Association, y National Heart, Luna and Blood Institute. Sus efectos colaterales conocidos -problemas musculares y anormalidades en el hígado son raros y pocas veces causen problemas graves.

Pero a pesar de los beneficios claros y la seguridad relativa de las estatinas, muchas personas son reacias a tomarlas, aún cuando sus médicos dicen que su vida dependen de ellas. Después de todo, ¿quién desea tomar un medicamento durante tantos años, con ese gasto y      ¿ Y muchas personas siguen sospechando, y se preguntan si realmente son seguras las estatinas?

Por eso es que cada vez que un estudio o informe (por muy cuestionable que sea) indica que las estatinas son peligrosas recibe muchísima atención. Un mes es el riesgo de ALS (el mal de Lou Gehrig); el siguiente, el Alzheimer. Alternando con estas enfermedades están los estudios que sugieren que las estatinas ayudan e evitar todo, desde el glaucoma hasta la osteoporosis. Con algunos desórdenes, como el cáncer y el Alzheimer, los estudios oscilan entre el posible peligro y la protección potencial de las estatinas. Las preocupaciones suelen durar más tiempo, amplificadas por mensajes del Internet y páginas que promueven “remedios” alternativos al colesterol.

¿Una amenaza de cáncer?

Un estudio reciente, en particular, logró mucha atención y puede haber llevado a muchas personas a dejar de tomar sus estatinas. No fue realmente una investigación Nueva, sino un meta-análisis de investigadores en la Universidad Tufos, que combinó datos de 16 pruebas anteriores. Encontró que las personas que toman las dosis más altas de estatinas no tenían un riesgo más elevado de problemas musculares graves que los que tomaban dosis más reducidas, pero que tenían riesgo más alto de anormalidades en el hígado. Lo que lo hizo noticia, sin embargo, fue un vínculo con el cáncer: en aquellas personas que disminuyeron más su LDL (colesterol “malo”), hubo un caso de cáncer extra por cada 1,000 personas. “Las estatinas pueden provocar cáncer”, decían los titulares.

Obviamente, este es un riesgo mínimo, y puede haber sido una falla estadística. Muchos expertos tuvieron dudas sobre los análisis e indicaron peligro con las estatinas. Solo uno de los 16 estudios incluido en el análisis demostró un mayor riesgo de cáncer, y algunas otras pruebas extensas que no lo hicieron fueron excluidas. Al menos dos meta-análisis previos no encontraron aumento de cáncer entre los que usan estatinas. Si existe una asociación entre un colesterol reducido y el cáncer, puede ser porque el cáncer puede producir colesterol bajo, no al revés.

Real, pero escaso

Todos los medicamentos tienen efectos colaterales potenciales, desgraciadamente. Con las estatinas, los efectos bien conocidos implican al hígado y los músculos. Los problemas hepáticos, según han encontrado los investigadores, son muy poco comunes y pocas veces avanzan hasta ser una enfermedad grave. DE todas formas, su médico puede hacerle un análisis de sangre para ver cómo anda su hígado unas pocas semanas después que empiece a tomar estatinas.

Si usted siente una inexplicable debilidad muscular, o flojedad, o dolor cuando está tomando estatinas consulte a su médico inmediatamente. Pero no suponga que todo eso es causa de la estatina. En aproximadamente 19 de 20 personas que usan estatinas que sienten dolores musculares, la causa es otra (hay muchas cosas que provocan dolores musculares).

Estas son las probabilidades de desarrollar dolores musculares por estatinas. Si 1,0000 personas toman estatinas durante un año, cerca de 51 reportarán dolores musculares menores. Pero si 1,000 personas toman un placebo, cerca de 49 reportarán lo mismo. Esto significa que las estatinas son responsables de dolores musculares menores en 2 de cada 1,000 personas al año.

De manera similar, las estatinas son responsables de dolores musculares serios (llamado miopatía, suficientemente severa para dejar de utilizar el medicamento) aún con menor frecuencia -en cerca de 5 de cada 1,000 consumidores al año.  Finalmente, los medicamentos una alteración muscular potencialmente fatal (rabdomiolisis) en 1 o 2 de cada 100,000 ususarios al año. Para situar esto en perspectiva, se estima que las estatinas impiden más de 1,500 ataques cardiacos y apoplejías cada 100,000 consumidores cada año.

Tener más de 80 años, con enfermedad renal o hepática, tomar altas dosis de estatinas, beber excesivamente, o tomar algunos otros medicamentos (como algunos bloqueadores de canal de calcio, antibióticos, y otros contra el colesterol) incrementa el riesgo de daño muscular en los que usan estatinas. Aunque todas las estatinas son similares, pueden afectar de manera diferente a las personas. Una de ellas, Balcol, se sacó del mercado en 2001 porque causaba rabdomiolisis con mucha mayor frecuencia que otras estatinas. Si una estatina le produce dolor muscular, su médico la cambiará a otra, o a un tipo diferente de medicamento para bajar el colesterol.

En resumen:

Las estatinas llevan con nosotros unos 20 años, y su registro de seguridad es convincente. Es cierto que nadie conoce sus efectos a largo plazo, lo que demorará décadas para surgir. Pero por lo que sabemos hasta ahora, los efectos adversos raros están más que compensados por los beneficios para salvar vidas. Además, los estudios que señalan beneficios potenciales adicionales (contra el Alzheimer, descenso cognoscitivo, o hasta el cáncer, por ejemplo) parecen ser más fuertes que los que indican efectos adversos adicionales.

¿Y el CoQ-10? Algunos de los que usan estatinas toman suplementos con la coenzima Q-10 (CoQ-10) como una forma de evitar problemas musculares. Es cierto que las estatinas, además de otros medicamentos comunes, pueden reducir los niveles de compuestos similares a las vitaminas en el organismo, pero no se conoce si esto ocasiona problemas de s salud. La investigación sobre el efecto de la CoQ-10 en los que emplean las estatinas, hasta ahora, han sido inconsistentes. En todo caso, debido a que los problemas musculares graves son escasos, este suplemento parece ser innecesario, particularmente porque se desconoce su seguridad a largo plazo.

UC Berkeley Wellness

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