POR PAVEL LEREBOURS
Quién iba a decirle a Will Smith que un día llegaría a convertirse en uno de los actores más cotizados y taquilleros de Hollywood. Frente a otros compañeros de profesión que también provienen del mundo de la música, con el paso de los años, Will se ha ido ganando la admiración del público y el respeto de la industria.

A los dieciséis años y tras haber conocido a Jeff Townes en una fiesta, ambos comenzaron a cantar juntos con el nombre de DJ Jaffy Jeff and the Fresh Prince (un apodo que la viene por su carismática personalidad). Durante aquella época cosechó mucho éxito, lo que le reportó una gran cantidad de dinero cuando aún era muy joven (dieciocho años), cargándose de casas, coches y todo tipo de artículos de lujo, viviendo en un mundo de ostentación, riqueza y, finalmente, deudas.

Tras sus apoteósicos triunfos musicales (tres álbumes de platino y dos Grammy), Smith expresó sus deseos de dedicarse a la interpretación. Así, en 1989 contactó con Benny Medina, quien quería plasmar sus experiencias vitales en una serie televisiva, puesto que, habiendo nacido pobre en Los Ángeles, de joven residió con una acaudalada familia de Beverly Hills. Así fue cómo nació “El príncipe de Bel-Air” que debutó en la NBC en septiembre de 1990 y dada su popularidad, se emitió durante seis temporadas, con un total de ciento cuarenta y ocho episodios grabados. La carrera de Will Smith cambió radicalmente gracias a esta serie, pues le sirvió de trampolín para intervenir en papeles secundarios en el cine.

Su verdadera prueba de fuego en la industria de Hollywood llegó cuando consiguió papeles protagonistas en importantes producciones como ‘Dos policías rebeldes’, ‘Independence Day’ y ‘Men in black’. Ahora bien, los impulsores de esta última cinta no aceptaban que Will Smith participara en ella, prefiriendo a Chris O’Donnell; tal y como confirma Barry Sonnenfeld, “en aquel entonces Will no había hecho aún ‘Independence day’. No querían saber nada de él, probablemente porque todavía no estaban listos para tener a un negro en un papel protagonista. Le tuve que rogar al estudio que me dejara ponerlo en la película. Finalmente, le dieron una cita a Will con Spielberg y fueron los hijos de Steven los que lo convencieron de que él tenía que protagonizar el filme”.

Los éxitos en la taquilla de estas producciones acrecentaron la popularidad del actor que, a partir de entonces, intentó combinar su faceta de cómico y héroe de acción con la de intérprete dramático, tal y como se puede comprobar en ‘La leyenda de Bagger Vance’ y ‘Ali’, película que supuso su primera nominación a un Oscar, en este caso en la categoría de mejor actor.

 Respecto a su trabajo en “Ali”, Will Smith manifestó en su día que “esta es la interpretación más completa que me han dado la oportunidad de realizar. Físicamente, espiritualmente, emocionalmente me llevó más de lo que poseo como actor y como persona para poder crear esta interpretación de Mohammed Ali”.

Por su parte, Robert Redford, que lo dirigió en ‘La leyenda de Bagger Vance’, dijo de él que “es un actor con mucho talento, extremadamente inteligente, elementos que me resultaban muy atractivos. No me preocupaba en lo más mínimo que Smith nunca haya tenido una preparación académica como actor. Will es un actor intuitivo, y esa es una virtud incomparable que pueden tener otros muchos actores, pero que tienen que pasar por un aprendizaje para poder llegar a donde Will llega instintivamente”.