Londres. El actor que encarna al genio azul de Aladdín, Will Smith, reivindicó hoy en Londres el derecho de las mujeres a gobernar criticando que “es ridículo que una mujer no pueda ser sultana”, en alusión a una de las trabas a las que debe enfrentarse la princesa Jasmine en el filme.
Smith hizo estas declaraciones en la presentación del nuevo lanzamiento de la factoría Disney en la capital británica, donde compartió escenario con el director de la película musical, Guy Ritchie; el compositor Alan Menken y los intérpretes de Aladdín, Mena Massoud, y de Jasmine, Naomi Scott.
Entre bromas y anécdotas, el conocido como Príncipe de Bel Air (The Fresh Prince) dedicó unos minutos de su intervención para hablar de la novedad y “la firma de una generación” que recoge la adaptación de Ritchie en contraposición a la versión original de 1992 (Ron Clements y John Musker).
“Disney añade una brillante historia de Jasmine que aporta un toque moderno a la cinta en la que aparece una princesa que quiere gobernar Agrabah y que tiene que luchar desde su posición para conseguirlo”, expresó Smith al tiempo que mencionó en especial la fortaleza de la canción “Speechless».
Esta pista, que significa “Sin la palabra” y que canta Jasmine en la película, se consolida como un símbolo del empoderamiento femenino al hablar sobre la independencia y el deseo de una sucesora inteligente y fuerte que quiere convertirse en sultana.
La pretensión del personaje interpretado por Scott se enmarca en un Agrabah “multicultural”, en palabras del director, puesto que se presenta como una ventana al mundo oriental en la que se pueden apreciar influencias árabes, indias o del sudeste asiático tanto en los colores o en el vestuario, así como en los sonidos.
Esta coexistencia entre distintas civilizaciones fue una idea que Massoud quiso también extrapolar a la realidad de la industria cinematográfica actual.