Wilma azota costa México por dos días

Wilma azota costa México por dos días

CANCUN, México (AP) _ El huracán Wilma azotó el sábado por segundo día consecutivo la costa mexicana del Caribe, donde destruyó las fachadas de numerosos comercios, arrancó los tejados de varios inmuebles y obligó a que miles de turistas y residentes se refugiaran en los pisos altos de hoteles y albergues.

   Por lo menos tres personas murieron.

   Las olas llenaban de agua marina las piscinas junto a la playa e inundaban la estrecha franja de tierra que alberga los lujosos hoteles y los populares centros nocturnos. El agua del mar se mezclaba con la de una laguna aledaña e infestada de lagartos en esta ciudad turística.

   En el centro de la población, los fuertes vientos rompieron las ventanas de algunos bancos, anegándolos. Los cajeros automáticos quedaron en medio de las aguas.

   Wilma, que se había debilitado a un huracán de categoría 2, se desplazaba al norte. Se espera que incremente su velocidad el domingo, pasando por el extremo occidental de Cuba antes de llegar a Florida.

   La noche del sábado, la tempestad se desplazaba lentamente hacia el Mar Caribe, y las lluvias y vientos comenzaron a amainar en Cancún al anochecer.

   Cuando el vórtice de la tormenta pasó sobre este famoso centro turístico el sábado, el ambiente adquirió una calma tensa. Algunos residentes salieron por un breve lapso de sus refugios, para ver las calles inundadas y llenas de escombros.

   Decenas de personas saquearon al menos cuatro tiendas, y salíeron con bolsas llenas de pasta, refrescos y atún enlatado, mientras otros se llevaban sillas, mesas y lámparas de una mueblería. La policía custodiaba sólo los establecimientos más grandes.

   Una breve salida durante la calma en el ojo del huracán reveló que el centro de Cancún estaba cubierto de vidrios rotos, de troncos y de autos hundidos hasta el techo en las aguas.

   El único equipo de limpieza que estaba en el lugar consistía de dos trabajadores que usaban sierras para tratar de romper tres ramas de árbol enredadas.

   La parte frontal de un restaurante Burger King se desplomó y por lo menos una gasolinería se quedó sin techo por los fuertes vientos.

   Autoridades federales y estatales dijeron tener poca información sobre los daños, pues los potentes vientos de Wilma, de hasta 160 kilómetros por hora (100 mph) hicieron casi imposible el reconocimiento del área.

   El gobernador de Yucatán, Patricio Patrón, dijo a la emisora de radio Formato 21 que una persona murió por la caída de un árbol, pero no dio más detalles.

   En Playa del Carmen, dos personas fallecieron por las lesiones que sufrieron el viernes cuando estalló un tanque de gas durante la tormenta, informaron autoridades de Quintana Roo.

   Wilma ya había provocado la muerte de 13 personas en Jamaica y Haití.

   El director de Protección Civil del estado de Quintana Roo, mayor José Nemecio, dijo que algunas cuadrillas de emergencias lograron comenzar el sábado a distribuir ayuda en Playa del Carmen. Sin embargo, había pocos informes sobre la dimensión total de los daños.

   En la isla de Cozumel, aislada desde el viernes cuando recibió el embate de la tormenta, Jorge Ham, un vendedor de frutas de 26 años, dijo el sábado a The Associated Press por teléfono que los vientos habían disminuido significativamente. Agregó que dio una breve vuelta por el centro de la ciudad y no vio que el sector hubiese sufrido daños catastróficos.

   En Playa del Carmen, al sur de Cancún, las ráfagas ocasionaron graves daños. Decenas de casas de madera se desplomaron y todo tipo de escombros volaban por los aires.

   En Cancún, los vientos intensos de Wilma arrancaron los techos y destrozaron las ventanas de algunos hoteles lujosos. Algunas habitaciones y refugios se llenaron de agua, y los desplazados debieron subir a zonas más altas. Otros dormían envueltos en sábanas de plástico.

   El viento voló parte del techo de un gimnasio acondicionado como albergue, lo que obligó al desalojo de más de 1.000 personas la noche del viernes.

   Empleados de los hoteles utilizados como refugios arrimaron los muebles a las ventanas como medida defensiva, pero la fuerza del viento atravesó pronto esas barreras improvisadas.

   Los edificios se remecían con el viento, como si ocurriera un terremoto. Varios turistas y residentes atemorizados soportaban el paso de la tormenta en refugios repletos y oscuros.

   La tarde del sábado el presidente Vicente Fox anunció que el domingo visitará la región afectada por la tormenta.

   En un mensaje grabado dirigido a la nación, el mandatario dijo que a la vez de que su gobierno estaba a cargo del cuidado de miles de turistas varados, no había olvidado a sus propios ciudadanos.

   «Ciertamente también lo hacemos y trabajamos junto con la hotelería y el turismo para proteger a los turistas y a los visitantes, pero que no se confunda nadie, la prioridad y el trato privilegiado, especial, lo hacemos con nuestra propia gente; es donde queremos asegurarnos que las cosas salgan muy bien», indicó el mandatario.

   El ejército y la armada preparaban ya la ayuda de emergencia, incluyendo alimentos, agua, medicamentos y tejados, en varias ciudades del sur.

   Fox dijo que la ayuda será enviada lo más pronto posible.

   La embajada estadounidense envió el domingo a un grupo de funcionarios consulares a los albergues, en una iniciativa para preparar el desalojo de unos 30.000 turistas después de la tormenta.

   Estados Unidos ofreció también 200.000 dólares en ayuda para las víctimas.

   Simultáneamente, la tormenta tropical Alpha se formó al suroeste de Puerto Rico, con lo que se rompió el récord del mayor número de tormentas con nombre en una temporada, informó el Centro Nacional de Huracanes en Miami.

   Los funcionarios utilizaron el alfabeto griego _algo que no había ocurrido jamás en 60 años de asignar nombres a las tormentas_ porque Wilma era el último nombre en la lista oficial para este año.

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