Washington, D.C.- Concluyó aquí la conferencia global sobre salud materno infantil, la cual contó con la participación de importantes personalidades, entre ellas,  al secretario general de las Naciones Unidas,  Ban Kin-moon  y unas 3,500 personas de 140 países.

Al término de la actividad organizada por Women Deliver, una institución que trabaja por el bienestar y la salud de las mujeres y los niños de países pobres y en vía de desarrollo,  con su sede en New York, su presidenta Jill Sheffield, dijo que tras la conferencia se asume el compromiso con mayor energía para pasar a la acción con programas destinados a mejorar la calidad de vida de las mujeres de todo el mundo.

Sheffield dijo que la reunión de tres días fue, en palabras de Winston Churchill, «no el fin, ni siquiera el principio del fin, pero tal vez el fin del comienzo» en la unidad para detener la carga mundial de las muertes de las mujeres y las discapacidades por causas relacionadas con el embarazo.

Subrayó que al menos una mujer muere cada 90 segundos por estas causas y otras 20 sufren una infección o una discapacidad, mientras que cuatro millones de recién nacidos mueren cada año. “Estas cifras representan en realidad pocas mejoras en los últimos 20 años, durante los cuales en muchas reuniones internacionales se han comprometido inversiones en las mujeres que no llegaron a materializarse”.

Afirmó que una aceleración en el compromiso político y la inversión financiera podría hacer posible el logro de los Objetivos del Desarrollo del Milenio en lo que respecta a la salud materna y neonatal.

La conferencia global celebrada en el Centro de Convenciones de Washington, D.C. se abordaron interesantes temas tales como el cáncer cervical, las estadísticas mundiales sobre la mortalidad materno infantil y la salud reproductiva y sexual. También se anunció la implementación de pruebas en Africa sobre un anillo vaginal que desempeñaría dos funciones: la prevención del VIH-SIDA y como anticonceptivo.

Los conferencistas. Además de Ban Kin-moon quien en su exposición llamó a los países a invertir más en la salud materno-infantil; fungieron como conferencistas la ex presidenta de Chile, Michell Bachelet; la esposa de Bill Gates, Melinda Gates y representantes del Banco Mundial, entre otros.