CANNES, FRANCIA. Miles de periodistas, fotógrafos y camarógrafos esperaron toda la mañana de este viernes al director y productor estadounidense Woody Allen en los pasillos y en las afueras del palacio del Festival de Cine de Cannes.

A las 2:30 de la tarde hizo su entrada el famoso cineasta al salón de conferencias. Allen presentó en el evento internacional su nueva película “Un hombre irracional”, acompañado de la protagonista, la hermosa pelirroja Emma Stone, y la también actriz de la cinta, Parker Posey.

Woody Allen, de 79 años de edad,  confesó en la conferencia de prensa que hace cine para distraerse y olvidarse de todos los problemas de la vida y de sus desgastes físicos.

El cineasta agregó que va al cine a ver películas del bailarín Fred Astaire para no pensar en la muerte. “Eso lo hago para no angustiarme y así no pienso en la muerte ni en la decadencia de mi cuerpo. Al salir del cine me reencuentro con la realidad y los problemas; por esa razón creo que hacer películas es una cosa interesante para pasar el tiempo”, expresó el realizador.

Allen también confesó que no vuelve a ver sus películas porque “no se ven  más que defectos y entonces comenzaría a decir que esto o lo otro podría haber salido mejor”.

El más reciente filme de Allen, protagonizado por Stone y Joaquín Phoenix, actor estadounidense nacido en Puerto Rico, era uno de los más esperados en Cannes, a pesar de que el director, guionista y productor se rehusó a que el mismo participara en la competición oficial.

La película narra la historia del profesor de filosofía Abe Lucas, papel protagónico de Joaquín Phoenix, quien arropado por temores y frustraciones y sin ganas de vivir, llega a impartir docencia en una universidad donde inicia dos relaciones paralelas: una con Rita Chichards (Parker Posey), una profesora del mismo recinto  que intenta superar el fracaso de un anterior matrimonio,  y otra con su mejor alumna que luego se convierte en su mejor amiga, Jill Pollard (Emma Stone).