Miles de periodistas, fotógrafos y camarógrafos esperaron toda la mañana de ayer viernes al director, guionista, actor, músico, dramaturgo, humorista y escritor estadounidense Woody Allen en los pasillos y en las afueras del palacio del Festival de Cine de Cannes.

A las 2:30 de la tarde hizo su entrada el famoso cineasta al salón de conferencias de la Croisette, acompañado de la protagonista de su nueva película la hermosa pelirroja Emma Stone y la también actriz de la cinta, Parker Posey.

Allen presentó fuera de competencia en el evento internacional su nuevo filme titulado “Un hombre irracional”, donde Joaquín Phoenix, actor estadounidense nacido en Puerto Rico, comparte el papel protagónico con Stone en una historia que enfoca la relación hombre-mujer y los problemas que llevan a la depresión y a perder el sentido de la vida.

El cineasta que el 1 de diciembre cumplirá 80 años, confesó en la conferencia de prensa de ayer por la tarde que hace cine para distraerse y olvidarse de todos los problemas de la vida, y de sus desgastes físicos.

El realizador de taquilleras películas como “Annie Hall” (1977), “Alice” (1990), “Midnight in Paris” (2012) y “Blue Jasmine” (2014) precisó que “voy al cine a ver películas del bailarín Fred Astaire para no pensar en la muerte”.

“Eso lo hago para no angustiarme y así no pienso en la muerte ni en la decadencia de mi cuerpo. Al salir del cine me reencuentro con la realidad y los problemas; por esa razón creo que hacer películas es una cosa interesante para pasar el tiempo”, expresó el realizador.

Woody Allen también confesó a los periodistas invitados al 68 Festival de Cine de Cannes que no vuelve a ver sus películas porque “no se ven más que defectos y entonces comenzaría a decir que esto o lo otro podría haber salido mejor. Si pudiera, las haría todas otra vez”.

Otro aspecto resaltable del encuentro del cineasta con la prensa de Cannes fueron sus expresiones con relación a los capítulos que produjo para una serie de la televisión, un proyecto del cual está arrepentido.

“Eso fue un error catastrófico de mi parte. Era mejor haber realizado una película y no aceptar ese contrato. De todos modos espero no decepcionar a la audiencia, pero hacer seis episodios es realmente muy difícil. Confío en que no sea una vergüenza cósmica cuando la pongan al aire”, manifestó.

La película. El más reciente filme del ganador de cuatro Óscar, protagonizado por la estadounidense Emma Stone y Joaquín Phoenix, era uno de los más esperados en Cannes, a pesar de que Allen se rehusó a que el mismo participara en la competición oficial.

“Prefiero venir a Cannes a ver películas y a comer en buenos restaurantes, no a competir”, argumentó el artista del séptimo arte que ha producido desde el año 1969 un total de cuarenta y cinco películas, casi una por año.

Este filme narra la historia del profesor de filosofía Abe Lucas, papel protagónico de Joaquín Phoenix, quien arropado por temores y frustraciones y sin ganas de vivir, llega a impartir docencia a una universidad donde inicia dos relaciones paralelas: una con Rita Chichards (Parker Posey), una profesora del mismo recinto que intenta superar el fracaso de un anterior matrimonio, y otra con su mejor alumna, que luego se convierte en su mejor amiga: Jill Pollard (Emma Stone).