La justicia suiza desestimó la propuesta de los opositores que querían tomar el control de la Federación Internacional de Boxeo (AIBA), con sede en Lausana, y consolidó al presidente taiwanés Ching-Kuo Wu en sus funciones.
Sus opositores, entre los que se encuentran el galés Terry Smith, el canadiense Pat Fiacco y el surcoreano Ho Kim, exdirector general expulsado por acusaciones de malversación, reprochan a la AIBA irregularidades económicas y consideran que la institución está al borde de la ruina por su incapacidad para devolver los préstamos. En julio intentaron hacerse con el control de la sede de la federación en Lausana, asegurando haber aprobado una moción de censura contra el presidente, lo que desmintió la AIBA. «Económicamente la AIBA es muy sólida. Tenemos más de 10 millones de dólares en el banco y ninguna deuda», aseguró Wu en una entrevista a la AFP.
En una decisión publicada ayer, el tribunal de distrito de Lausana «rechazó las demandas realizadas en julio en Moscú y las invalidó», indicó la AIBA en un comunicado.