WASHINGTON (AFP).- El presidente de Estados Unidos George W. Bush defendió el jueves la decisión de excluir de la reconstrucción de Irak a quienes se opusieron a la guerra pero dijo que «agradecería mucho» si esas naciones ayudan a reducir la deuda iraquí.

«Los gastos en dólares reflejarán el hecho de que los soldados estadounidenses y otros arriesgan sus vidas» en Irak, declaró Bush a la prensa.

Fue interrogado acerca de la decisión de su administración de excluir a empresas de países que se opusieron a la intervención militar en Irak -entre ellos, Alemania, Canadá, Rusia, Francia y China- de los principales contratos para la reconstrucción del país.

James Baker, enviado especial del presidente estadounidense para la deuda de Irak, iniciará el lunes una gira por Francia, Alemania, Italia, Rusia y Gran Bretaña con la finalidad de discutir la manera de reducir la deuda iraquí.

El propio Bush se encontraba el miércoles en la incómoda posición de tener que pedirle a los presidentes francés, Jacques Chirac, y ruso, Vladimir Putin, así como al canciller alemán, Gerhard Schroeder, que le den la bienvenida a Baker sólo unas horas después de anunciar la decisión del Pentágono.

Un portavoz de la presidencia precisó que los llamados telefónicos habían sido pensados antes de que el asunto de los contratos estallara. Destacó que Bush prometió a sus interlocutores «mantenerse en contacto» sobre esta última cuestión.

El presidente de la Unión Europea (UE), el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi habló este jueves con Bush y consideró «lógica» la actitud de Washington.

«Bush ha dicho que sería bueno tener esta posibilidad de colaboración si los países que hasta ahora se han abstenido de colaborar deciden hacerlo. Es bastante lógico», declaró, refiriéndose a una conversación telefónica que tuvo este jueves con el presidente norteamericano.

La gira europea no será fácil para Baker, un curtido negociador de 73 años, ex jefe de la diplomacia estadounidense durante la presidencia de George Bush, el padre del actual presidente, entre 1989 y 1992.

Rusia dio a entender el miércoles que no está dispuesta a perdonar la deuda iraquí. Rusia es acreedora de 8.000 millones de dólares sobre una deuda total de 120.000 millones de dólares.

El servicio de esta deuda, contraída bajo el régimen de Saddam Hussein, derrocado por la intervención militar anglo-norteamericana en abril, es un pesado fardo para Irak. Ese país debe reconstruir sus infraestructuras, devastadas por más de una década de sanciones de las Naciones Unidas y la guerra.

El saliente primer ministro canadiense Jean Chrétien dijo el jueves que Bush, le aseguró que las empresas de Canadá no serán excluidas de la reconstrucción de Irak.

«Bush dijo que no son ciertos los informes de prensa sobre la exclusión de Canadá en la reconstrucción de Irak», añadió Chrétien quien el viernes dejará el poder.

Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, declaró este miércoles en Trípoli (Libia), que Brasil no puede «cambiar principios por productos».

«Brasil defendió la vida entera la solución pacífica de los conflictos y defiende que las acciones militares sean autorizadas por la ONU. No podemos ahora cambiar principios por productos», declaró Amorim en Trípoli, donde acompaña al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en gira por el mundo árabe.

Bush repitió el lunes su llamado a una mayor cooperación internacional para reconstruir y estabilizar Irak, donde las tropas estadounidenses y de otros países son objeto de ataques casi cotidianos.

Interrogado acerca de si la voluntad de algunos países de reducir la deuda iraquí sería considerada como una contribución que, a su vez, llevaría a una actitud más conciliadora sobre el tema de los contratos, el presidente norteamericano respondió: «Sí. Eso sería una contribución significativa que nosotros reconoceríamos».

Despreció las objeciones de algunos países excluidos de los contratos acerca de la compatibilidad de esa decisión con las reglas internacionales sobre licitaciones públicas.

«Sería mejor que llame a mis abogados», ironizó cuando fue interrogado sobre el asunto.

El Pentágono, en tanto, anunció que postergó una conferencia de interesados en contratos para la reconstrucción de Irak pero negó que eso tenga relación alguna con las críticas a su decisión de excluir a los países que se opusieron a la guerra.

Las invitaciones para postularse para contratos de miles de millones de dólares estaban siendo reescritas para ajustar el lenguaje técnico, dijo una fuente del departamento de Defensa, lo que obligó a una postergación de la conferencia hasta el 19 de diciembre.