País enfrenta desafíos como ralentización de la economía, rebrotes de coronavirus, las desigualdades sociales, la crisis demográfica y los continuos roces con Occidente
El Partido Comunista de China (PCCh) aprobó ayer una “resolución histórica” que cimenta el liderazgo absoluto de su secretario general y presidente del país, Xi Jinping, al frente de la potencia asiática.
Tras cuatro días reunidos a puerta cerrada en Pekín, los más de 300 miembros del XIX Comité Central del PCCh decidieron seguir dando mando en plaza a Xi en una proclamada “nueva era” de “modernización socialista” que deberá abordar los desafíos a los que se enfrenta el país. Entre ellos figuran la ralentización de la economía, los rebrotes del coronavirus -China ha cerrado prácticamente sus fronteras para protegerse de la covid-, las desigualdades sociales, la crisis demográfica, los continuos roces con Occidente, especialmente con Estados Unidos, o el agravamiento de la crisis con Taiwán.
Como era de esperar, la resolución de ayer enfatizó el rol “central” de Xi y avanzó “nuevas ideas y estrategias” que allanan el camino para que sea ratificado en el XX Congreso del próximo año, ya convocado y en el que, a priori, se avalará su continuidad en el poder más allá de 2023.
Xi busca trascender y de ahí también esta nueva resolución sobre “la experiencia histórica y los principales logros del Partido”, la tercera de este tipo después de la de 1945, en la que se entronizó a Mao Zedong, y la de 1981, con la que el dirigente Deng Xiaoping oficializó el comienzo del periodo de reforma y apertura. En esta ocasión, el régimen ha evitado criticar errores pasados o plantear giros políticos, y menciona las aportaciones de todos los líderes que han dirigido el país desde el advenimiento de la República Popular en 1949, incluyendo a Mao, su fundador, al que se alaba por tomar “un camino revolucionario correcto».