El pasado sábado 3 de agosto disfrutamos de un gran espectáculo, un concierto con pocos antecedentes en nuestra vida social y cultural, la celebración de los 40 años en el arte de Xiomara Fortuna.
El camino recorrido por Xiomara Fortuna en estos 40 años trasciende lo que se puede denominar una carrera artística. Su dedicación en este tiempo ha sido intensa hacia investigar, recorrer, constatar y recrear los distintos ritmos y expresiones musicales presentes en nuestro gran acervo identitario.
El espectáculo “Llegando voy” mostró la alta calidad que caracteriza la producción de Xiomara, con una selección de la misma. Xiomara se acompañó de músicos, cantantes, cantautores de una gran diversidad de géneros dentro de nuestra música popular y alternativa. Este acompañamiento contó con la combinación de artistas de distintas generaciones hasta llegar a los más jóvenes.
En sus 40 años Xiomara ha recogido desde distintas producciones las diferentes manifestaciones folclóricas fusionándolas con diversos ritmos y articulándolas en un discurso de contenido social, político e identitario. No ha faltado la integración de expresiones literarias importantes, versos anónimos y cotidianos de nuestra cultura oral y la exaltación de figuras importantes de nuestra historia social.
La producción de Xiomara en 40 años es difícil de sintetizar. Es un trabajo arduo y amplio donde se puede identificar muchos rincones de nuestras tierras, rostros de mujeres y hombres anónimos como” la negra Hilda” o heroínas como Juana Saltitopa cuyas luchas han estado bajo un gran velo silenciada por una sociedad que desvaloriza el aporte de las mujeres a su historia social.
En estos 40 años de producción de Xiomara Fortuna la mejor forma de retribuir su aporte es integrar sus CD y videos a las aulas. Su música debe convertirse en una de las herramientas didácticas principales de nuestro sistema educativo. Nuestra niñez, adolescencia y juventud tiene derecho a acceder a ello. Su integración al proceso educativo favorece el desarrollo a través de la música de valores humanos y competencias afectivas y cognitivas.
Con ello se ofrece la conexión entre nuestras raíces afrocaribeñas, nuestras tradiciones y la generación de un clima de armonía social y convivencia creativa en las aulas. Es urgente que nuestros centros educativos y nuestras aulas transformen la violencia, el acoso sexual y la inequidad de género en cultura de paz. Esta propuesta musical junto a muchas otras son un canal para el logro de una educación para la paz.
Tanto el Ministerio de Educación como el Ministerio de Cultura deben valorarla y convertirla en un estandarte para el fortalecimiento de nuestra identidad, la promoción de nuestros valores y la cohesión social.