“Yo quería que me dejaran cualquier cosa, pero no me dejaron nada”. La felicidad de un niño no tiene precio, y recibir el regalo deseado es algo que lo hará  muy dichoso.

POR NELLY RAMIREZ
El Día de los Santos Reyes es motivo de entusiasmo y alegría para muchos niños, mientras que para otros es un día de mucha tristeza, porque al despertar y buscar debajo de sus camas o cuarto de juegos, como tradicionalmente se hace, no encuentran nada de lo que pidieron sus cartas.

Muchas veces a esos niños  a los que no les dejan nada se han portado bien todo el año, con la esperanza de que sus sueños se hagan realidad, pero el 6 de enero se llevan la desagradable sorpresa de que eso no valió la pena, y asumen en lo adelante un comportamiento contrario.

La niñez es una de las etapas más importantes en la vida de un ser humano, es en esta que se forma al adulto del futuro, por lo que los padres deben tratar por todos los medios de hacer feliz a sus hijos, no importa lo grande que estos sean, que tengan diez, doce o trece años, recuerde que aún son niños.

Este sábado 6 de enero un equipo de la sección ¡Vivir! se trasladó por diferentes parques y calles de nuevas ciudad capital para ver que tan rico estuvieron los Reyes y si los pequeños habían recibido el juguete o regalo deseado.

Muchos de los niños consultados, los cuales tenían consigo sus juguetes, manifestaron alegría con lo que recibieron este Día de Reyes. Sin embargo,  hubo algunos a los que se les percibía amargura y tristeza en sus rostros, por no haber obtenido el juguete de su preferencia, o peor aún, no recibir nada.

Este fue el caso de la niña Angelina Encarnación de 12 años de edad, a la que interrogamos sobre qué había recibido de Reyes, respuesta que trajo consigo la mirada triste de unos ojos negros saltones llenos de lágrimas.

Con una mano en su rostro y acostada sobre una tabla de juego dijo:  “Yo quería que me dejaran cualquier cosa, pero no me dejaron nada”

Otros niños mostraron descontento con los juguetes que les trajeron los Reyes Magos, mientras que a otros se les iluminaba esa mirada inocente al ver el lente de la cámara del fotógrafo José Andrés de los Santos frente ellos y sonreían al escuchar la pregunta ¿y a ti qué de dejaron?.

El niño Pirulin: “A mí me dejaron una pistola de bolita”, respuesta que estuvo acompañada de un rostro no muy satisfecho.

A otros se les vio contentos disfrutar al aire libre con sus pelotas, patines, carritos, bicicletas, así como juegos muy curiosos de la avanzada tecnología, como lo es el denominado Tamagotchi Connection de origen japonés, un video multimedia que funciona como un bebé virtual al que hay que mimar y cuidar constantemente, y, dependiendo del adecuado cuidado, así será su vida útil. Con una amplia sonrisa a flor de labios la  niña Natalie Mena Duarte explica cómo funciona este juego, el que afirma hasta puede llegar a reproducirse. 

Durante nuestro recorrido por parques y avenida de la ciudad, pudimos apreciar que los niños en la medida que disfrutaban sus juguetes también aprovechaban para degustar algún helado u otra golosina en compañía de sus padres; un ejemplo de esto fueron los niños Jenn María y Emil Fersobe, quienes manifestaron una gran alegría con los juguetes que les dejaron los Reyes Magos, al tiempo que saboreaban sendos helados.

La sonrisa de un niño no tiene precio, y recibir el regalo deseado es algo que lo hará  muy feliz, así es que si no fue posible que los Reyes Magos pasaran por su casa este día 6 de enero,  por una razón u otra, aún tienen tiempo de hacerlo, trate de que para su esta fecha sea recordada con amor y entusiasmo, y no como un día triste.