Y alcaparras

Y alcaparras

Las alcaparras son, sin duda, uno de los principales ingredientes de la cocina mediterránea, pero su consumo se ha extendido por otras partes del mundo.

De  sabor ligeramente amargo, han sabido acoplarse a diferentes tipos de alimentos, a los que les imprime, aroma y en ocasiones, un color muy característico.

Saladas o en conservas,  se usan como aperitivo o aderezo. Para hacer las conservas, se mezclan con un poco de vinagre  y sal, y se utilizan para condimentar pizzas, ensaladas, pastas…

A pesar de que se desconocen, que con este ingrediente es posible hacer diferentes recetas, como la llamada “salsa tártara”, que se elabora  con pepinillos y alcaparras troceadas, mezclándolas  con diferentes tipos de  hierbas y mayonesa.

Otros platos.  El pescado es uno de los alimentos con los que más se emplean las alcaparras. El salmón, tanto fresco como ahumado.

El pollo también consigue un sabor especial si se acompaña con alcaparras e incluso algunos vegetales como las alcachofas, la coliflor y las ensaladas, encajan bien con su aspecto y sabor.

En el país, la alcaparra y su compañera, la aceituna, son muy utilizadas para la elaboración de los famosos locrios.

Las alcaparras, además de ser utilizada para dar sabor a algunos platos, también se usa solo como parte de la decoración de ciertas recetas.

Origen.   También conocida con el nombre de “tapanera”, la alcaparra fue expandida por los griegos al resto de países mediterráneos, según varios historiadores. Es el botón floral o capullo de un arbusto originario de Asia cuyo nombre científico es Capparis spinosa.

Las alcaparras tienen  gran similitud en su forma con las olivas o aceitunas, aunque su tamaño es notablemente inferior. Aunque su diferencia radica en su composición nutricional. Mientras que las aceitunas contienen grasas, en las alcaparras, el componente principal es el agua, conteniendo poquita grasa.

Las recetas

Dip de ajo y alcaparras

2 tazas de queso  ricotta

Media taza de yogurt griego

Un cuarto de taza de cebolla blanca picada.

3 cucharadas de alcaparras

2 dientes de ajo picados

2 cucharaditas de jugo de limón

Sal y pimienta

Preparación.  Coloque en un tazón el queso y el yogur y bata con batidor eléctrico hasta obtener una crema. Añada la cebolla picada, alcaparras, ajo, jugo de limón y mezcle bien para que los ingredientes se incorporen. Salpimentamos y servimos con bastoncitos de verdura o tostaditas. Un consejo: si no consigue yogurt griego, no se complique, coloque una servilleta de tela sobre un tazón y vertiendo yogurt natural común de manera que este escurra y pierda líquido podrá utilizarlo como si fuese griego, lo ideal es que lo deje escurriendo en el refrigerador toda una noche.

Pechugas de pollo con alcaparras y limón

1 libra de pechuga de pollo sin piel

2 soperas de harina

2 sopera de aceite de oliva

Zumo de dos limones

5 onzas de licor de vermouth (blanco)

2  soperas de alcaparras

2  sopera de perejil (picado)

Sal y pimienta

Preparación.  Cortar las pechugas de pollo a la larga en trozos de aproximadamente 1 centímetro  de ancho. Empananizar con la harina. Añadir sal y pimienta. Calentar el aceite a fuego medio en una sartén. Rehogar las pechugas de pollo durante 3 o 4 minutos, dando vuelta a menudo para que se doren bien. Retirar con la ayuda de una espumadera y colocar en una bandeja. Verter el licor de vermouth y el zumo de  los limones en la sartén. Caliente a fuego vivo durante dos  o tres minutos hasta obtener una salsa untuosa. Añadir las alcaparras y dejar unos instantes sobre el fuego para que se calienten bien.  Retirar del fuego, añadir el perejil y mezclar bien. Cubrir las pechugas de pollo con la salsa y disfrute de un exquisito plato. 

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