Y ganó Bukele

Y ganó Bukele

Hay un antes bélico, interminable. La guerra, esa contienda cruenta que durante 12 años estremeció el territorio como los terremotos que se suceden en el país. Dolorosa y sangrienta es su historia, pertinaz el intento para renacer. La adversidad circunda la paz que, mediante un Acuerdo, firmado en Chapultepec, en 1992 pretendió el inicio de una era distinta. Y porque la geopolítica es otra, “el pulgarcito de América” exhibe sin orgullo su temible tasa de homicidios. Sin guerra tradicional, sin el enfrentamiento ideológico que produjo un apocalíptico recuento de cadáveres y mutilados, la muerte está presente y es preocupación cotidiana para los guanacos. La inseguridad en San Salvador compite en la lista de las ciudades más violentas del planeta. Dolorosa y sangrienta es su historia, pero excelsa y brillante a la vez, como reza el himno nacional cantado con “espartana altivez.” 27 años después de la firma de la paz, entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional-FMLN- y el presidente de la República, Alfredo Cristiani, perteneciente al partido Alianza Republicana Nacionalista -ARENA- la Mara Salvatrucha, una de las temibles pandillas que desquician a las autoridades y atormentan a la ciudadanía en Centroamérica, impone su dominio en El Salvador.No es la única, quizás es la más influyente y atrevida. Los políticos negocian con todas.Elacadémico Álvaro Artigas González, tanto en un encuentro celebrado en marzo del año pasado, organizado por el Tribunal Supremo Electoral-TSE-, antes de las votaciones para escoger a los 84 asambleístas y a los integrantes de los Concejos Municipales, como en la conferencia previa a la Elección Presidencial 2019, celebrada el domingo 2 de febrero, destaca el contexto violento. La disertación está destinada a la orientación de las misiones de Observación Electoral. El expositor lamenta que la violencia, la inseguridad, no sean asumidas en las propuestas de los candidatos con la contundencia que amerita. Subraya la vigencia de dos fuerzas políticas mayoritarias protagonistas desde el 1992- FMLN y ARENA- que esta vez arriesgaron su permanencia al enfrentarse al candidato de la Gran Alianza por la Unidad Nacional -GANA-Nayib Bukele.
El TSE es el órgano encargado de convocar, organizar, dirigir y vigilar los procesos electorales, su creación fue establecida en el Acuerdo de Paz. Del TSE dependen el Registro Electoral, las Juntas Receptoras del Voto, las Juntas Electorales Departamentales, Municipales. Su organización interna abarca una Secretaría General, Dirección de Capacitación, Educación Cívica, Finanzas, Unidad de Procesamiento de Datos, Contraloría General, Unidad de Asesoría Jurídica, de Planificación. Los aspirantes a pertenecer al órgano electoral son propuestos por los partidos políticos y por las coaliciones que hayan obtenido mayor número de votos en la última elección presidencial.Y es la Asamblea Legislativa que elige los cinco Magistrados del TSE. Los procesos electorales salvadoreños, además de la observación nacional, internacional, cuentan con la veeduría de la Junta de Vigilancia Electoral, organismo de carácter permanente, cuyos miembros son propuestos por los partidos políticos “legalmente inscritos.”El reto de los órganos electorales de la región es continuar perfeccionando los procesos para garantizar la credibilidad de las elecciones. El fantasma del fraude se desvanece después de amargas y peligrosas experiencias. Cuando intenta rondar por los recintos, la realidad enfrenta su embestida. La mejoría es ostensible, conforta. El empeño de las autoridades ha sido constante y encomiable, la exigencia de transparencia, el monitoreo a cargo de los representantes de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, de las organizaciones de la sociedad civil, nacionales e internacionales, dejan atrás la saga de elecciones dolosas, desacreditadas. Tal y como expusieron Thomas Edward Flores e Irfan Nooruddin, autores de “Elections in Hard Times” cuando participaron en XIII Reunión Interamericana de Autoridades Electorales-RAE-celebrada en el país en noviembre del año pasado: “cada vez son mejores las elecciones y cada vez, hay menos democracia.” A las 9:45 de la noche del 2 de febrero, el presidente del TSE ofrecía los resultados preliminares, luego de escrutar el 87.67 % de las 9,568 actas. Y ganó Bukele, gobernará hasta el 2024.

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