…Y la gente quería seguir la fiesta de fin de año y la prolongó todo lo que pudo

…Y la gente quería seguir la fiesta de fin de año y la prolongó todo lo que pudo

Las celebraciones de Año Nuevo parecían no tener fin ayer en los diferentes barrios de la capital. A lo largo de la mañana la fiesta seguía con música, bebidas y bailes en las calles que fueron tomadas para disfrutar.

En varios puntos fueron improvisados ‘anafes’ en los que eran preparados caldos, pastas y otros alimentos para disipar los efectos de los tragos y poder continuar ‘la rumba’.

“Hay que recibir el año con alegría y eso estamos haciendo, pasándola bien. Somos de aquí mismo y estamos desde anoche en gozadera, no hay más nada”, expresó Ruddy Jiménez mientras compartía con un grupo en la calle 15 esquina 8 del barrio 27 de Febrero.

 En ese barrio la escena era la misma en varias calles, en las que el elevado volumen de las bocinas provocaba una mezcla de ritmos indescifrables para alguna persona sobria.

Muchos de los que amanecieron ingiriendo alcohol tenían una parada casi obligada en el Comedor Hermanos Féliz, donde se preparan caldos y otros platos de mariscos.

“Mira, son las 10:00 de la mañana y hemos vendido cuatro ollas de sopa y ya estamos preparando la quinta”, explicó Julita Féliz mientras servía uno de los platos.

Dijo que en los feriados venden mucho porque los caldos calientes “reviven hasta muertos y quitan la borrachera”, aseguró.

Borojol. En una de las calles de esta barriada la fogata que acompañó el día anterior todavía humeaba a media mañana, frente a una olla en la que  estaban los residuos de un cocido preparado para esperar el año.

 El panorama podría significar que era una fiesta pasada, a no ser por un grupo de alrededor de 20 personas que  seguían bailando y tomando cervezas.

En el Malecón. A las 9:00 de la mañana tocó la última orquesta de la tradicional fiesta de fin de año que se celebra allí y fue en ese momento cuando los asistentes comenzaron a abandonar el área.

 Los brillantes sombreros de “Happy New Year” en las cabezas de muchos que se marchaban, botella en mano, eran una señal clara de lo que había sido el final de 2011.

Agua tata, agua mama…  La innovación de la noche (o de la mañana) fue el uso de las duchas del área de la playa de Güibia. Esto debido a que, por razones de seguridad, el área de la playa fue acordonada para evitar accidentes y el agua fría fue utilizada por algunos que marchaban a su hogar.

  “Yo me metí ahí y estoy nuevo. Ahora voy a  casa a dormir un rato y arranco de nuevo en la tarde”, aseguró Joel González, residente en Capotillo y quien dijo que llegó al Malecón en  la madrugada.

Un baño de playa. Otra zona que fue abarrotada desde tempranas horas  fue la playa de Boca Chica, donde muchos acudieron a darse un baño  de agua salada para recibir el Año Nuevo. Los que llegaron se sumaron a otros que fueron a esperar el 2012 en la playa,  debido a que tienen la creencia de que así el  año les entra con buena suerte.

 Sin problemas

Las autoridades que custodiaron el operativo de seguridad en la fiesta de fin de año del Malecón informaron que no hubo reportes de riñas entre los asistentes.

 No se querían ir

Aún la fiesta fue dada por terminada, algunos grupos permanecían en el área de la playa de Güibia. Unos abrazados, otros en tragos y algunos  bailando con música puesta en vehículos porque las bocinas fueron apagadas.

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