¿Y la supervisión sanitaria?

¿Y la supervisión sanitaria?

Pro Consumidor ha dejado muy mal paradas a las autoridades que tienen la obligación  de vigilar las condiciones sanitarias de los alimentos industrializados que consume la gente. Mediante el análisis de muestras de salami de veintidós fábricas, el organismo detectó contenido de bacterias fecales, niveles proteínicos por debajo de lo que disponen las normas, cantidades excesivas de sustancias cancerígenas, como nitratos y nitritos, exceso de levaduras y humedad, además de que  sus etiquetas  no aportan  al consumidor toda la información nutricional, fecha de vencimiento y datos de otras naturalezas que las normas de calidad disponen.

 Antes de estos hallazgos, que revelan hasta dónde se abusa del consumidor y se pone en riesgo su salud, ningún otro organismo oficial había denunciado estas violaciones a todas las reglamentaciones de la producción industrial de alimentos. Las normas que rigen este tipo de producción han estado siendo violadas permanentemente, ya por falta de seguimiento y supervisión, ya por contubernio. El caso es que al público le están vendiendo por salami una mezcla de cosas que, además de no contener la proporción de nutrientes reglamentaria, contiene sustancias en proporciones peligrosas para la salud. Ahora lo interesante será ver qué harán las autoridades sanitarias con toda esta evidencia de engaño que Pro Consumidor ha puesto ante sus ojos.

Amenaza de crisis alimentaria

Expertos internacionales han comenzado a preocuparse por la aparente inminencia de una crisis alimentaria en el mundo. Sus temores están basados en factores como la peor sequía en Estados Unidos en los últimos 50 años y su influencia en la disminución de la oferta y alza de los precios de  granos y cereales empleados ya directamente como alimento humano y para crianza, ya como insumo en la industria alimentaria.

Aquí, por ejemplo, las alzas del precio del pollo se atribuyen al aumento de los costos de los alimentos para aves. La persistencia de la sequía en Estados Unidos hace pensar en incremento de los costos de crianza animal y, por ende, de los precios de granos y cereales al público. Al margen de la sequía, hay factores como la crisis europea, que podrían influir en el agravamiento de la situación. ¿Qué tan previsores estamos siendo para poder hacerle frente a una situación de esa naturaleza?

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