JEFREY LIZARDO
Tener un sistema de salud que brinde protección efectiva a las personas ante los eventos relacionados a una enfermedad, accidente laboral o de tránsito, constituye una de las grandes demandas de la sociedad dominicana por años. Los resultados de las encuestas Gallup-HOY son consistentes al revelar que la población encuestada valora como prioritaria la inversión en salud.

El aseguramiento en salud constituye un mecanismo de protección social para garantizar acceso y calidad a los servicios de salud, y en particular, protección financiera de los hogares ante enfermedades costosas. Precisamente, la reforma de la seguridad social del año 2001 establece un modelo de aseguramiento universal de toda la población a un seguro familiar de salud.

Cuando se realizó la reforma, el porcentaje de dominicanos y dominicanas que tenía un seguro de salud se estimaba en poco menos del 21%. Por años, solo el 7% de la población estaba asegurada en el IDSS, el 2% en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, y el resto en igualas o aseguradoras privadas. La población más beneficiada eran los de mayores ingresos, los de edades productivas, los hombres, los que vivían en zonas urbanas y en las regiones menos pobres del país. Una retrato de la inequidad imperante en el país.

Hoy día, la cobertura de seguros de salud alcanza alrededor del 30% de la población, gracias a los limitados avances en la implementación de la ley 87-01. Con el inicio del aseguramiento de la población pobre en el año 2003, hoy tenemos 604,000 dominicanos y dominicanas asegurados en el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), es decir, el 6.5% de la población. Se proyecta que antes de finalizar el año, ese número alcance el millón de asegurados o el 10.7% del total de la población, de acuerdo a los recursos presupuestados por el Gobierno para el 2007.

El otro segmento de la población que espera ansioso un avance del aseguramiento en salud es el de la población asalariada y sus dependientes. Si a partir del primero de junio inicia el Seguro Familiar de Salud, los primeros que se verían beneficiados son los dependientes de alrededor de 350 mil trabajadores del IDSS que hoy no están asegurados, y unos 217 mil trabajadores adicionales más sus dependientes que cotizan a la Tesorería de la Seguridad Social y que no tienen seguro de salud. Este grupo de población representa el 11% de la población total del país.

En conclusión, en poco menos de un año, la cobertura de la población con seguro de salud podría pasar de 30% a 45% de la población total del país, en el escenario más favorable; y 40% en el menos favorable. Esto significa un millón o millón y medio de dominicanos y dominicanas adicionales con seguro de salud. ¿No importan estas personas en las posiciones de los diferentes actores que piden la posposición indefinida de la entrada en vigencia del Seguro Familiar de Salud en el régimen contributivo y el boicot al régimen subsidiado? ¿Acaso no se dan cuenta que este millón o millón y medio de personas son las más pobres y los más excluidos de la sociedad dominicana?