¿Y los US$40 millones dónde están?

¿Y los US$40 millones dónde están?

Antes que la prima del dólar se le escapara al Gobierno de las manos, éste se ufanaba de justificar dejar deslizar la prima hacia el 20 por 1, de que diariamente ingresaban al país unos US$40 millones, lo cuales eran suficientes para las necesidades privadas y oficiales, y ahora, en el segundo mes del año, con la pesadilla de la prima creciendo constantemente, nadie sabe adónde se fueron esos dólares.

Evidentemente el gobierno no sabe qué hacer para restaurar la confianza, y eso ha hecho que los dólares se hayan esfumado, y los agentes que dominan el mercado saben de esa situación, y hábilmente se mantienen de lado, a la espera de ver si el gobierno ataca directamente a los generadores de divisas, lo cual podría acarrear grandes males a la economía ya de por sí maltrecha y agravándose con el paso de los días.

No hay dudas que el gobierno ha sido incapaz de enfrentar los demonios que liberó con su pródiga política de endeudamiento externo, y a la vez de tantas complacencias con algunos bancos, que por los compromisos que ya había contraído con los propietarios de los mismos, se vio obligado a aceptar las maniobras que finalmente lo llevaron al colapso, y con ellos, al país, que nadie sabe cuanto tiempo ha de transcurrir para que se supere la crisis.

Las naciones han tenido en sus historias etapas muy negras en sus economías, y quizás la más reciente es Alemania, cuando en la década del 20 se encontraba en total bancarrota, y con el surgimiento de un dictador, se recuperó y creyó que podía dominar al mundo y lo precipitó en una horrible guerra que desoló a su país y a Europa, para luego renacer de las cenizas.

Alemania, después de la II Guerra Mundial supo encontrar el camino con personas muy capaces como Konrad Adenauer y el ministro de economía Ludwig Erhard que luego fue canciller, y la confianza y la voluntad de trabajar, que creció en Alemania, le hicieron recuperar su prestigio y colocarse a la par con las demás economías que se fortalecieron con su triunfos de esa guerra. Tenía políticos serios y capaces.

En pleno siglo XXI el país se ha visto precipitado casi a la quiebra con la pérdida casi total del valor de su moneda, en que un peso podría equivaler en poco tiempo a un centavo de dólar. Eso nos coloca en una posición que ni siquiera nos beneficiaremos con el turismo o las zonas francas, cuando todo lo que se consume y se utiliza, tiene su precio amarrado al dólar y así vemos de como cada día a veces o cada hora los precios son modificados por los comerciantes. Incluso se da el que una mercancía a las nueve de la mañana tiene un precio, y no la venden, ya que a las diez se modificará, y antes del medio día tiene otro valor. De esa manera todo está dislocado y los más perjudicados son los contratistas, tanto de obras civiles como de talleres de las más diversas índoles.

La desconfianza y los temores dominan la cotidianidad de la vida de los dominicanos, y esa es la causa que, alimentada por las maniobras reeleccionistas del presidente Mejía, provoca que el dólar haya desaparecido del mercado, no solo en manos de quienes reciben sus pequeñas remesas del exterior, sino de los grandes productores y traficantes de la moneda que no saben a qué atenerse en un país que tiene el agua hirviendo del desasosiego cívico, provocado por los gobernantes que han sido un rotundo fracaso al frente de la administración pública. El país habló con la huelga de la semana pasada, sino quiere rectificar sus pasos, el gobierno, asumirá la responsabilidad de lo que pudiera ocurrir en los meses por venir.

Ya el pueblo ha evaluado la fracasada gestión del PRD, y el hecho de que las encuestas ofrecen números tan desalentadores para el partido oficial, probablemente estará buscando la forma de arrebatar un triunfo a la oposición que lo tiene en sus manos. Se trataría de violentar la voluntad popular para torcerle el rumbo de la nación, que no desea verse sometida por más tiempo a tantos desaciertos y latrocinios, en que el presupuesto es insuficiente para saciar las voracidad perredeísta.

La tesis de que diariamente ingresaban $40 millones de dólares no le ha servido al gobierno perredeísta para buscar el culpable de sus fracasos y todo indica que la ciudadanía, sufriendo en carne propia la pesadilla de todo más caro, pérdida de empleos, cierre de empresas, etc. padece de un estado de ánimo enervante y peligroso que se refleja en el aumento de la violencia, más suicidios y asesinatos de mujeres. No se puede dejar de lado que la policía ha aumentado sus intercambios de disparos para eliminar inocentes y a delincuentes, sin distinciones, y aumentar los temores en la ciudadanía.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas