Y si eso es ahora…

Y si eso es ahora…

Desde que República Dominicana izó la bandera tricolor los conflictos políticos han quebrantado cualquier intención de democracia razonable. Antes el lío era entre Bolos y Coludos, dos pendejos que querían desarmar el país (Báez y Santana) para venderlo por pedazos. Ahora la trifulca está en un mismo partido, la comparsa morada se jala las greñas por el poder y nos están jodiendo a todos. Medio país está tenso y la otra mitad ni se entera de lo que pasa, como siempre. Lamentablemente la película no está para comerciales.

¿De dónde viene este lío? Atiende.

En 1996 Leonel Fernández llegó a la Presidencia con el apoyo del líder reformista Joaquín Balaguer que le brindó apoyo, no por su convicción de que el joven peledeísta era la mejor opción, sino por una batalla férrea en contra de Peña Gómez que, a la sazón, se perfilaba como el seguro mandatario y, de hecho, el cacique perredeista estaba tan convencido de su ascenso que prefiero batallar en el 1996 y no coger dos años en el 1994. Quizás ese fue el error político más cuestionado de José Francisco porque en este oficio las postulaciones de Maquiavelo nunca pierden vigencia.

Cuando entró el nuevo siglo la comparsa del León le susurraba modificar la Constitución para quedarse en el palo, sin embargo, no se atrevió a plantearlo de forma pública porque todavía se servía pudor en la mesa política, aunque a chepa llegaba a migajas. En el 2004 Leonel regresó al poder. Dentro del PLD iniciaban las pugnas porque algunos entendían que otro podría hacerlo mejor, sin embargo, los numeritos lo favorecieron. Hicieron bembitas, pero acataron la línea y lo apoyaron con la seguridad de que él haría lo propio.

¡Bingo!

En 2007 el PLD realiza las elecciones internas para sacar al que sería el candidato en la contienda de 2008. Para ese entonces el dirigente Danilo Medina era conocido por su trabajo cercano con las bases y su trayectoria en favor del partido, dentro y fuera del Estado. El PLD tenía tres opciones: reformar la Constitución para seguir apoyando a Leonel, mover las fichas en favor del sanjuanero o apostar por una tercera opción que no era viable. Como el poder es para usarlo y quien lo tenía era el entonces Presidente, se hicieron las malabares y el jefe se quedó. “Me venció el Estado”, sentenció Medina.

Llega el 2012 y Leonel ya no podía aspirar porque la Constitución de 2010 que él mismo impulsó para habilitarse impedía repostularse por un tercer período. Esta vez eran ciclos alternos hasta que el cuerpo aguante. Como ya él no iba, le tocaba apoyar al compañero de partido que mejor proyección tenía y adivinen quién era… Ese mismo, Danilo Medina Sánchez, el que cinco años atrás había sido opacado por el poder. Se celebran las elecciones y, como era de esperarse, el PLD ganó con muchos recursos a su favor.

Sucede que en el 2015 el partido morado se ve compelido a elegir un candidato para las elecciones de 2016 ante un Luis Abinader que contaba con mucha fuerza por alianzas con otros partidos y un leve desgaste político de los peledeístas. Entonces aparece Leonel otra vez en busca de la ñoña, pero !Vaya sorpresa¡ La élite de su partido le hizo lo mismo que él a Medina en el 2007. Al presidente de Funglode no le quedó de otra que apoyar la reelección y otra reforma constitucional para que el que esté en la Casa Presidencial pueda seguir por dos ciclos consecutivos y nunca más. Danilo ganó, otra vez.

Ahora las cosas están como nunca se vieron a lo interno del PLD porque el grupo gobernante, aparentemente, se apresta a quedarse con otra posible reforma a la Constitución -que sería la 40 en 175 años de vida republicana- mientras el bando de Leonel está haciendo lo que sea para impedirlo. El problema es que ya la trifulca se salió de la casa nacional morada y hoy se vive una campaña casi bélica en el Congreso Nacional, el primer poder del Estado está siendo manipulado por un partido, por una minoría, por dos dirigentes que, por sus diferencias, van a joder toda la vaina.

Es inconcebible, absurdo, abusivo y hasta injusto que el país esté tenso e intenso por dos personas. La clase política dominicana está demostrando que el problema debe llevarse al zoológico. La oposición sabe a tayota en todo esto porque no tienen poder para cambiar nada y los que están en el poder piensan como tayota cuando se trata de cambiar.  Tenemos un Congreso militarizado y todo parece indicar que las cosas se pondrán peores mientras más cerca estemos del 2020.

¿Una tercera opción? Suena democrático, pero cualquiera que aspire necesita el apoyo de estos dos y ninguno quiere ceder. La campaña internacional en contra del chin de país que nos queda la están haciendo con razón y nosotros, en vez de dar el ejemplo de civismo y hospitalidad, demostramos que no nos importan las vidas que se pierdan, al final lo que se quiere es llegar o mantener el control aunque no queden vivos para controlar. Y si esto es ahora…

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