Y sucedió en California

Y sucedió en California

El día 11 de marzo del corriente, el precio al mayoreo de la energía eléctrica se desplomó durante unas horas; llegó a cero centavos de dólar, inclusive alcanzó valores negativos cuando ocurrió el máximo pico de la demanda, así lo reporta la revista Fortune que se hizo eco de la información publicada por U. S. Energy Information Service, EIA, Agencia de Información de Energía, otras agencias noticiosas también sirvieron la noticia. Ese día la energía generada por células fotovoltaicas alcanzó el cuarenta por ciento de toda la demanda eléctrica neta de la red en el Estado de California.

EIA señala además que la generación solar comercial y en techos privados alcanzó probablemente más del cincuenta por ciento de la demanda bruta. Eso no significa que los consumidores recibieron una factura sin cargos pues ellos resultan del promedio mensual, sin embargo, sí indica la tendencia y permite vislumbrar las posibilidades del futuro puesto que la inversión en energía fotovoltaica continúa. Debe aclararse que ese precio se alcanzó porque las grandes generadoras termoeléctricas de carbón o nucleares no pueden salir rápidamente de línea, mucho menos dejar de producir súbitamente o en corto tiempo.

En California los precios entre 2013 y 2015 fluctuaron entre US $ 14.00 y 45.00 el megavatio-hora, es decir, entre US $ 0.014 y 0.045 el kilovatio-hora. La energía solar en algunos lugares de ese Estado es más barata que la eólica, de carbón o de gas, en adición a los beneficios obvios, a nivel macro se presentan problemas difíciles de readaptación al nuevo patrón de producción. Aunque se prevé la exportación de los excesos solares que se almacenarían en baterías de gran capacidad o en las industriales que Tesla introdujo al mercado el año pasado, la cual anunció que entrará en el mercado del servicio eléctrico de red.

Lo interesante es que hace quince años California prácticamente no había comenzado a utilizar la energía solar. A pesar de eso, un agresivo y masivo programa favoreció la instalación de grandes “granjas” fotovoltaicas y además de hogares y comercios, en consecuencia, ahora tiene una capacidad instalada de 5,000 MW que el 11 de marzo generaron cuatro millones de KWH.

En 2006, la Comisión de Energía de California consiguió que la legislatura del Estado aprobara el objetivo de instalar 3,000 megavatios de sistemas de energía solar en hogares y negocios para el 2016. La legislación tiene tres componentes: Programa de Alianza de la Comisión de Energía de Nuevas Casas Solares, Programa de la Comisión de Casas y Negocios Existentes, y, Programas de Incentivos de los Servicios Públicos del Estado.

Todos estos programas ofrecen incentivos financieros o de otro tipo a los constructores de nuevas viviendas y negocios, así como a los dueños de los existentes; para los edificios públicos se establecen porcentajes de energía convencional y renovable. La Comisión proporciona fondos a los municipios (Condados) para que puedan promover los programas. En fin, el objetivo fundamental es disminuir la contaminación y vender electricidad a buen precio.

La energía solar en la mayor parte de planeta es considerada como una fuente que puede ayudarnos pero nunca al nivel que estamos viendo en California, aunque algunos países han comenzado planes de aprovechamiento que generalmente han sido tímidos bajo el supuesto que no era una fuente que podría lograr lo que está sucediendo en ese Estado de la Unión Americana. Que sepamos solo un pueblo en Alemania ha apostado seriamente a la energía solar y por cierto, ha tenido buenos resultados.

En nuestro país la instalación de paneles fotovoltaicos ha sido limitada aunque gozamos del sol un buen número de días al año, por tanto, recibimos una buena cantidad de energía. La Comisión Nacional de Energía podría mirar lo que está sucediendo en California y proponer al Gobierno algún plan que facilite y haga atractivo el aprovechamiento solar.

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