«…y yo los estoy esperando en la bajaíta»

«…y yo los estoy esperando en la bajaíta»

Los más grandes estadistas de la historia de este querido globo terráqueo, entre ellos el emperador Adriano, aconsejaban a los hombres políticos evitar que las emociones se apoderen del juicio antes de tomar cualquier decisión de trascendencia. Y esa emoción ha minado el juicio de Vicente Sánchez Baret y el grupo que se erige como la Comisión Política del Partido Revolucionario Dominicano para «expulsar sumariamente» al licenciado Hatuey Decamps Jiménez y otros dignos dirigentes que se opusieron a esta aventura reeleccionista.

Y yo me pregunto: )Con qué derecho se tomó tan precipitada decisión? )Es que se están volviendo locos?

)Fue consultado el doctor Rafael Suberví Bonilla para tan aberrante montaje? )Fue consultada la doctora Milagros Ortiz Bosch?

)Fue consultado Emmanuel Esquea Guerrero? )Fue consultada la base, que en definitiva es la soberana? )Qué locura?

No puede el grupo de Vicente Sánchez Baret borrar la historia. Hatuey Decamps es un símbolo dentro y fuera del Partido Revolucionario Dominicano. Subestimarlo le costó caro al grupo de desenfrenados que trató de desviar el cauce de la historia.

)Por qué culpar a Hatuey de la derrota? )Por qué no ser más sinceros y reconocer que la aventura reeleccionista era una utopía y que muchos militantes la apoyaron con el dolor de su corazón?

También la intolerancia ha decidido expulsar a Rafael Flores Estrella dizque por haber aceptado ser candidato de otra organización. )!Ajá? )Y no fue el Presidente Hipólito Mejía candidato del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano?

La decisión del pasado martes fue un absurdo, una pendeja torpeza, una irreflexibilidad.

Han tomado una decisión precipitada, cargada de emociones y de energías negativas.

)Se han fijado cómo la incapacidad para la autocrítica nos transporta a las milenarias épocas de la caverna?

Hatuey representa en ese partido una reserva, representa los principios genuinos de la organización. Su único pecado fue mantenerse firme frente a la prepotencia y la arrogancia.

A quienes hay que expulsar es a la camarilla de traidores que violentó todos los principios, que aconsejó al Presidente Mejía tomar el tren equivocado.

El que ensilla un caballo sabe para dónde va y la caverna ambiciosa debe asumir su responsabilidad y asumirla con autocrítica.

Lo que sucedió se veía venir, todo el pueblo estaba consciente de que esa aventura no iba a prosperar en situaciones tan adversas para el país.

)Por qué entonces, carajo, buscar el culpable dónde no está? Dan pena esos dirigentes del PRD, entre ellos Tony Raful, asumiendo un rol tan tremendista, para darle continuidad al tremendismo que asumieron frente a la sociedad dominicana, un tremendismo negador de cincuenta años de principios.

)Por qué el Presidente no le dio paso a Emmanuel Esquea, a Fello Suberví o Milagros si era que él no quería a Hatuey como candidato? No, él quería seguir, y por querer seguir terminó muy mal ante la historia.

«….Y yo los estoy esperando en la bajaita. Después no me vengan con bagabunderías… No fue por mí que se perdió, se perdió por la ambición desmedida de un gobernante que se llama Hipólito Mejía Domínguez..»

Eso dijo Hatuey antes de suceder lo que se veía suceder… Y yo agrego se perdió por la ambición desmedida de una camarilla cavernaria que sólo piensa en sus estómagos.

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